Sábado, 15 de Marzo de 2025

Por qué hay cada vez más gente en situación de calle

ArgentinaLa Nación, Argentina 13 de marzo de 2025

Hay más gente en la calle

Hay más gente en la calle. Más gente que duerme en la vereda o en el palier de un edificio, que se sienta en la puerta de un supermercado a pedir un paquete de arroz o algo que le sirva para cenar a la noche. Hay más gente revolviendo los contenedores de basura. Nadie que camine por el microcentro porteño o por otras zonas transitadas de la ciudad puede ignorar esto.

Hay 10.000 personas que vienen del conurbano bonaerense todos los días a buscar una oportunidad, a hacer una changa, a revolver la basura o a pedir ayuda a la ciudad. Y más del 70% de las personas en situación de calle que atendemos diariamente son de la provincia de Buenos Aires. Como el gobierno de la provincia no los ayuda, es lógico que vengan acá: ¿Por qué eligirían quedarse donde no hay contención, donde no hay atención médica ni psicológica ni paradores en vez de venir a la ciudad donde sí les tendemos una mano?

Una aclaración necesaria: en la ciudad siempre atendemos y vamos a atender a quienes lo necesitan, a quienes estén en una situación de emergencia, más allá del domicilio que figure en su DNI. Ninguna persona es descartable y no puede haber mezquindad política frente a una persona que pide ayuda . Pero lo mismo pedimos del otro lado: el gobierno de la provincia de Buenos Aires hoy no tiene ni una política de asistencia, ninguna herramienta para atender a las personas en calle como lo hacemos desde el gobierno de la ciudad.

¿Tiene sentido que una persona de La Plata viaje 60km hasta Capital Federal y deje allá todo lo que tiene -por más poco que sea- porque acá sí lo ayudamos? No le pedimos al gobierno de Kicillof que se haga cargo para que nos libere el trabajo a nosotros, le pedimos que se haga cargo porque en el medio hay personas que necesitan respuestas urgentes. Por la dignidad de cada persona que viene a pedir al subte o a dormir sobre el asfalto; y porque, además, este flujo de personas que van y vienen, que sacan la basura de adentro de los contenedores y que duermen en la puerta de las casas de los vecinos afectan también a la buena convivencia de todos.

Para atender el problema en la ciudad contamos con la Red de Atención, centros de inclusión, el novedoso Casa Familia, camionetas, motos nuevas para llegar más rápido, el trabajo con iglesias y voluntarios y una larga lista de etcéteras. Pero quiero extenderme más sobre qué está pasando y qué podemos hacer para prevenirlo y no llegar siempre tarde. Porque atender a alguien que ya llegó a la "situación de calle" es, en definitiva, llegar tarde.

El último censo que hicimos en la Ciudad nos marca que hoy hay el triple de personas en calle que en 2019: más de 4400 personas que duermen en la calle o pasan la noche en alguno de nuestros Centros de Inclusión. En cambio, según el relevamiento que hacen las organizaciones sociales, son alrededor de 10.000 personas. Ninguno de los dos números es falso: el primer número refleja a quienes no tienen techo y, el otro número, a estas miles de personas que vienen a diario desde el conurbano a pedir ayuda o buscar una respuesta a la ciudad aunque tengan dónde dormir, por ejemplo, en Moreno.

El número siempre es dinámico. Estamos hablando de personas en situaciones vulnerables: un día consiguen una pieza de hotel para dormir, otro día vuelven a la calle, o tienen lapsos "limpios" y vuelven a recaer en una adicción y a la calle. En muchas de las historias que nos cruzamos todos los días hay idas y vueltas, personas que intentan siempre re-armarse de nuevo.

De la mano de las adicciones, un factor central y que agrava profundamente el problema es la salud mental . Personas que llegaron con padecimientos agravados a la calle, o que terminaron de romperse en la calle. Sin eufemismos: la calle te rompe. Por todo lo que pasa en la calle: violencia, temperaturas extremas, robos, soledad y marginalidad. Y por lo que no pasa en la calle: no tenés intimidad ni un lugar seguro, no podés armar un currículum ni tratarte una adicción, ni mandar a tus hijos a la escuela.

En la ciudad tuvimos que crear un protocolo aparte que nos permita actuar en los casos de personas con problemas de salud mental con el SAME psiquiátrico por las trabas que pone la Ley nacional de Salud Mental a la hora de intervenir en estos casos. Una ley que es urgente cambiar para ayudar a la persona que está padeciendo, a su familia y al resto de los vecinos (nadie quiere tener a una persona con un brote psicótico durmiendo en la puerta de su casa).

A la inacción del gobierno de la provincia de Buenos Aires, al agravamiento de los problemas de salud mental y de las adicciones, se le suma un factor insoslayable: el arrastre de una crisis económica que afecta, sobre todo, a quienes menos tienen. Nunca en la historia de la ciudad hubo el 30% de pobres que hay hoy. De hecho, estamos viendo un fenómeno nuevo: gente que revuelve la basura después de hacer una changa; personas que vinieron a trabajar y además buscan algo de valor en la basura.

No podemos mirar para otro lado. Porque la realidad está frente a nuestros ojos y porque es inmoral hacernos los distraídos. La calle no es lugar para vivir. Todos los días vamos a estar en las calles con la Red de Atención: por cada persona a la que convencemos de que venga a uno de nuestros Centros de Inclusión, que acompañamos a salir adelante, que logra volver a trabajar o revincularse con su familia. Por cada persona que sale de la calle, vale cada minuto del trabajo que hacemos. A quienes llegaron hasta acá: llamen al 108 o escríbanle al Boti cada vez que vean a alguien en calle. Al gobierno de la provincia: es hora de que también hagan su parte.



Ministro de Desarrollo Humano y Hábitat de la Ciudad
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