Jueves, 17 de Julio de 2025

Senador Pedro Araya (PPD): "Con su indicación, el Gobierno dejó caer la reforma al sistema político"

ChileEl Mercurio, Chile 19 de marzo de 2025

El integrante de la comisión de Constitución cree que la propuesta de La Moneda se hizo "con la calculadora en mano para favorecer al Frente Amplio". Para el legislador, "da la impresión de que el Gobierno quiere distraer la discusión".

Pedro Araya (PPD) integra la comisión de Constitución del Senado abocada a analizar la reforma al sistema político y electoral. La moción original se aprobó en general en sala, pero el Gobierno introdujo una indicación sustitutiva reescribiendo su redacción. El cambio agitó su tramitación, por lo que ha recibido críticas La Moneda.
-¿Es viable la indicación sustitutiva del Gobierno a la reforma al sistema político y electoral aprobada por ustedes en el Senado?
-Lo primero que hay que decir es que la reforma que se está discutiendo en la comisión de Constitución del Senado, respecto del sistema político, es una reforma bastante modesta, porque no atacaba los problemas de fondo como la forma de elegir y la cantidad de parlamentarios, entre otros; pero pareciera ser que, con su indicación, el Gobierno dejó caer la reforma al sistema político y le tiró la cadena, porque propuso una indicación que no guarda relación con temas que se habían discutido prelegislativamente o al interior de la comisión.
-¿Así no la ve posible?
-Da la impresión de que el Gobierno quiere distraer la discusión y al final del día esta reforma no avance, porque probablemente afecta los intereses del Frente Amplio; deben haber estado seguramente con la calculadora electoral para ver qué podría pasar si la reforma original se aprobaba y cuáles serían los efectos que podría tener en partidos como el Frente Amplio.
-¿Lo señala por la supresión del umbral del 5% de entrada al Congreso?
-Exactamente, porque si uno revisa, el Frente Amplio incluso se debió fusionar en un gran partido para poder ordenarse. Por ello, quizá el Gobierno saca el tema, respecto del cual es muy discutible y es resistido, pero se había dado un consenso y como corolario de lo anterior, trae a colación temas en los que no hay márgenes de lograr acuerdo, como son las órdenes de partido.
-Ello busca ir contra la fragmentación política, ¿en qué lugar se ubica ante esa propuesta?
-Es que el sistema político debe ser reflejo de la sociedad que estamos viviendo; pretender volver a la sociedad que Chile tenía en los años noventa que era una que estaba partida en dos bloques, izquierda y derecha, no tiene ningún sentido con los tiempos que corren. Entonces, el problema de la fragmentación tiene que ver con cómo se refleja desde la sociedad chilena. Estoy convencido de que el Ejecutivo miró, sacó la calculadora y vio que probablemente, de aprobarse esta norma, se verían perjudicados sus partidos.
-¿Debería existir menos fragmentación propiciando los pactos, como se ha comentado?
-Lo que pasa es que el problema está en que no se ha actualizado la Ley de Partidos, en que las modificaciones que se han hecho no reflejan los cambios en la sociedad. Un modelo de solución sería ir hacia la consolidación de grandes pactos, tal como se ve en Europa, en Alemania, en que hay partidos autónomos que compiten bajo una misma marca. Pero implica una reforma de cirugía mayor.
-Pero ¿coincide en que la atomización actual en la Cámara tampoco es sana?
-A ver, es que lo que no puede ocurrir es que la reforma política trate de solucionar los problemas a los grandes bloques políticos excluyendo a actores importantes, como representantes de movimientos regionales o locales que aspiran a estar en el Congreso porque se tratan materias que a ellos les afectan, pero que no necesariamente se identifican con los partidos tradicionales. El problema de la fragmentación tiene que ver con la falta de acuerdos, esa es la materia de fondo; sumado a que quizá el Gobierno no ha tenido el talento para aunar criterios en el Congreso, sobre todo en su conglomerado y en la oposición.
-¿Está de acuerdo o no con las órdenes de partido?
-No estoy de acuerdo, porque es muy probable que una persona que postula al Parlamento, lo hace por un partido político porque comparte sus principios, pero la gente cuando elige no lo hace por partidos, lo hace por las cualidades personales, las capacidades de trabajo en terreno que puede tener una persona. Por eso, las órdenes de partido podrían atentar gravemente contra la autonomía de los parlamentarios al momento de decidir cómo votar una determinada materia.
-Usted precisamente comenzó en una colectividad, fue independiente y ahora está en otra.
-Pero si lo dijimos, la gran crisis de fragmentación de la DC tuvo que ver con el Transantiago, en donde hubo una orden de partido en que había que apoyar una política pública en que un sector de la DC dijimos que iba a ser un fracaso y el tiempo nos dio la razón, o sea, ¿cuánta plata se ha perdido? Esto es muy complejo, porque al no cumplir las órdenes de partido, el Gobierno propone la pérdida del escaño.
-¿Qué le parece esa consecuencia?
-Es absolutamente excesivo, porque cuando uno ve la propuesta del Ejecutivo, es el tribunal supremo o de disciplina o un órgano similar el que procede a la expulsión. Si fuera solo la expulsión del partido, estaría bien, pero esa expulsión trae aparejada la pérdida del escaño y todos sabemos que los tribunales de disciplina tienen algún grado de dependencia de la directiva de turno. Esto da cuenta de que el Ejecutivo no tiene ningún interés en que esta reforma avance. Sería más honesto, de parte del Ejecutivo, que diga que no quiere reforma política y así se deja esta discusión para el próximo gobierno.
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