Genes extintos en lobos actuales
No se trata de la resurrección de una especie extinta, sino de un experimento que ilustra el potencial de los procedimientos genéticos.
Gran impacto ha tenido en estos días el que la compañía Colossal Biosciences anunciara el nacimiento de tres crías de lobos grises -actualmente juveniles-, algunas de cuyas características físicas provienen de genes de lobos salvajes desaparecidos hace miles de años. Pero aunque la empresa ha declarado como uno de sus propósitos llegar a revivir al extinto mamut lanudo, estos tres lobos no constituyen aún la resurrección de una especie desaparecida.
El lobo salvaje y el lobo gris se separaron genéticamente hace unos 300 mil años. En este caso, Colossal usó ADN de un diente fosilizado de lobo salvaje de hace 13 mil años y del hueso de una oreja de otro de 72 mil años. Con eso, y ayudados por un esfuerzo computacional gigantesco, reconstruyeron el genoma completo de la especie extinta, lo compararon con el genoma del lobo gris contemporáneo y detectaron en qué parte del ADN se situaban las diferencias. Luego editaron exitosamente, mediante la técnica CRISPR, 20 pares de bases del ADN de lobos grises para que simularan la parte específica del genoma de la especie salvaje que les interesaba. Insertaron ese ADN modificado en óvulos de lobas grises cuyo núcleo había sido extraído, fecundaron embriones a partir de ellos y los injertaron en vientres de madres sustitutas. De esos vientres nacieron las tres crías ya mencionadas. No se trata entonces de la resurrección de una especie extinta propiamente tal, sino de un experimento que ilustra el potencial tecnológico de los procedimientos genéticos disponibles.
La empresa Colossal fue fundada en 2021. Sus inversionistas la han provisto de financiamiento por cientos de millones de dólares, atraídos por las múltiples posibilidades que otorga su capacidad para rescatar ADN antiguo, la precisión lograda en la edición de ese ADN, según lo que se propongan conseguir, y lo avanzado de sus algoritmos computacionales para comparar DNA e identificar la funcionalidad de los genes detectados. La idea de Colossal ha sido criticada. En vez de revivir especies extintas, se dice, deberían destinar sus cuantiosos recursos a la preservación de aquellas en peligro de extinción. Sin embargo, esas críticas no advierten que, aunque revivir especies extintas atrae la imaginación de la población, la importancia de logros como este radica mucho más en abrir caminos para futuros desarrollos médicos y de combate a las enfermedades, que en la resurrección en sí. Y a pesar de que la manipulación genética es una actividad riesgosa -no hay innovación sin riesgo-, el progreso humano no podrá prescindir de ella. La prohibición solo incentiva a quienes no la respeten para tomar ventajas indebidas. Permitirla de manera reglada, en cambio, puede entregar enormes beneficios a la humanidad.