Entrenador se muestra preocupado por la muerte de los dos seleccionados nacionales, en menos de dos semanas
La comunidad del judo costarricense apenas comenzaba a reponerse del duro golpe por la muerte de José Eduardo Peralta Salas, quien falleció en un accidente de tránsito el pasado 5 de abril, al colisionar la motocicleta en la que viajaba contra un árbol, cuando la tragedia volvió a golpear a esta disciplina deportiva.
Este martes 22 de abril, en circunstancias muy similares, el también judoca Bryan Chavarría Irías falleció en otro accidente de tránsito. Al parecer, perdió el control de la motocicleta en la que se desplazaba y fue atropellado por un vehículo pesado en San Pedro de Montes de Oca.
Chavarría, de 20 años, era oriundo de Orotina, Alajuela, pero desde hace tres años residía en San José, donde estudiaba Educación Física, entrenaba con la Selección Nacional de Judo y trabajaba como repartidor para cubrir sus gastos personales.
Ronny Gómez, exatleta y entrenador de la Selección Nacional de Judo, lamentó profundamente la muerte de Bryan, a quien describió como un joven esforzado y con mucho talento.
"Bryan fue seleccionado desde las categorías infantiles y, la verdad, esta situación es muy dura para nuestra disciplina, pues en apenas dos semanas han fallecido dos jóvenes promesas en condiciones muy similares. Él era un gran competidor", expresó Gómez.
El entrenador santacruceño recordó que, a pesar de estudiar y trabajar, Bryan se mantuvo muy activo durante el año, por lo que su partida representa una gran pérdida.
"Bryan fue seleccionado nacional infantil y compitió a nivel panamericano. En 2024 participó con nosotros en una Copa Panamericana en República Dominicana y también en el último evento de la temporada en Panamá, en una Copa Centro-Norte, donde obtuvo la medalla de bronce en la categoría de 60 kilogramos. Yo estuve presente como entrenador", rememoró Gómez.
Para el entrenador, el hecho de que muchos jóvenes se desplacen en motocicleta para entrenar o trabajar representa un riesgo constante. Aunque comprende la situación, reconoce que es muy peligroso y se los hace saber a sus alumnos.
"El martes por la noche hablé con mis atletas sobre el peligro que representa una motocicleta para los jóvenes. Debido al mal estado de las calles y la gran cantidad de vehículos en carretera, es un riesgo enorme, casi una invitación al más allá. Así se los dije a los atletas, a los menores de edad que entrenan conmigo y a sus padres de familia", concluyó Gómez.