Con Sebastián Muñoz en el ‘field’, el LIV llegó a Ciudad de México
José Orlando Ascencio - subeditor de deportes* @josasc
No es un ambiente común para las tradiciones del golf, pero no por eso deja de ser un torneo muy atractivo y competitivo
José Orlando Ascencio - subeditor de deportes* @josasc
No es un ambiente común para las tradiciones del golf, pero no por eso deja de ser un torneo muy atractivo y competitivo. El LIV Golf, el circuito financiado con fondos árabes, llegó a Latinoamérica, más concretamente a Ciudad de México, con gran parte de las figuras del golf mundial, incluyendo al colombiano Juan Sebastián Muñoz. Lo que rodea al torneo deja a un lado lo ceremonial y trata de captar otro tipo de público, hay música y luces, muy fuertes, en el tee del hoyo 1, y dos conciertos en pleno desarrollo del torneo, al final d cada ronda (el de ayer, de Belanova). "Siento que el LIV, sin duda, atrae más a un público joven. Creo que la música, los equipos y el ritmo acelerado que llevamos atraen a nuevos aficionados. Atrae a nuevos golfistas de la región, y siento que tenemos la gran responsabilidad de demostrar lo que podemos hacer y a dónde podemos llegar. Es una bendición poder hacer esto. Estoy muy feliz de formar parte de esto", declaró Muñoz. El torneo es con formato de carrusel, es decir, no hay salidas por turnos en los hoyos 1 y 10, sino que todos los grupos arrancan al mismo tiempo, repartidos por todo el campo del Club de Golf Chapultepec. A los que salieron por el 1 (Abraham Ancer, una de las cartas locales; Patrick Reed y Mark Leishman) les tocó ver un espectáculo adicional, un mariachi que cantó Negrita de mis pesares, mientras un grupo de bailarines danzaba por delante del tee. Los que siguen el LIV ya conocen sus particularidades, como el hecho de que se jueguen solo tres rondas por semana y no cuatro, como en los otros circuitos. De ahí el nombre del tour, LIV, que es 54 en números romanos, la cantidad de hoyos que se recorre. También es particular que haya juego por equipos, cuyos puntajes suman para dar un ganador semanal y luego, con el acumulado, un ganador de la temporada. Ayer, cuando tres de los cuatro integrantes de Torque (Muñoz y los chilenos Joaquín Niemann y Mito Pereira) recorrieron la cancha juntos. El cuarto, la otra esperanza local, Carlos Ortiz, fue incluido en un threesome junto a dos de las grandes figuras del circuito, el español Jon Rahm y el estadounidense Brooks Koepka. Torque es el único equipo integrado únicamente por jugadores latinoamericanos. Ortiz y Muñoz son amigos desde hace muchos años, cuando jugaron juntos en la Universidad de North Texas, y fue el mexicano el que empujó al colombiano a saltar al profesionalismo. "Creo que no hay ningún truco, ninguna magia ni nada que tenga que ocurrir. Hay que trabajar, creer en lo que se hace, y contar con un buen equipo ayuda mucho", declaró Ortiz. "Hay que trabajar al máximo, y si quieres obtener mejores resultados que la mayoría, tienes que esforzarte mucho más", añadió. Es un circuito diferente, pero no por ello deja de ser competitivo: hay 14 ganadores de majors. Es un espectáculo distinto, pero que no deja de ser atractivo. * Invitado por LIV Golf y Burson