Atravesada por su crítica social y la vigencia de sus temas, "Rescatate" regresa por cuatro únicas funciones. Previo al estreno, Horacio Nieves, uno de sus creadores, habla del fenómeno que generó y cuenta imperdibles historias.
Corría el 2006 cuando una obra sacudía la escena teatral uruguaya al poner en el centro a tres jóvenes marginales llamados "planchas"entonces y "ñeris" hoy que, tras un plan fallido de robo a un local de cobranzas, terminan protagonizando una toma de rehenes con cámaras y policías en la puerta. Atravesada por humor ácido y crítica social, Rescatate se convirtió en un fenómeno de audiencia que perdura desde hace casi 20 años.
El texto de Gustavo Bouzas aborda la marginalidad, la violencia y el rol de los medios con una vigencia que se acentúa con el paso del tiempo. Sus creadores ven en el teatro una herramienta de responsabilidad social, y ese compromiso es uno de los motores que los impulsa a reestrenarla cada vez.
Es uno de los espectáculos más vistos del teatro nacional, y entre sus espectadores de lujo estuvo Luis Suárez, que asistió en secreto en 2011, apenas se consagró campeón de América con la selección uruguaya. Por el elenco de Rescatate pasaron figuras como Lucía Rodríguez, hoy en Canal 12, y Mary Da Cuña, quien dio lecciones de actuación y de vida arriba y abajo del escenario.
Con trece temporadas ininterrumpidas, una pausa prolongada desde 2018 agravada por la pandemia y un reenganche en 2022 con funciones barriales, Rescatate vuelve hoy con cuatro únicas funciones todos los jueves de mayo en el Teatro del Notariado, la sala que la vio nacer en 2006. Las entradas están disponibles por RedTickets.
"La obra sigue diciendo cosas que la gente quiere y necesita escuchar", dice convencido Horacio Nieves, actor desde el origen y también asistente de dirección. Aunque se lamenta de que los problemas que planteaban dos décadas atrás se hayan agravado, insiste en que el teatro también es denuncia, y por eso, esta historia merece seguir contándose.
En entrevista con El País, Horacio Nieves habla de la vuelta a la cartelera y repasa las historias más impactantes de esta obra devenida en fenómeno.
En 2023 decían que era la última temporada de Rescatate. ¿Qué los hace volver siempre? Primero, que el público sigue preguntando por la obra. A través de las redes, o incluso en La Candela, donde estuvimos muchos años, siguen llamando. Ante tanta consulta decimos: "Hay que volver". También sentimos que cumple una función social: van grupos de liceo, de ONGs, los educadores la usan para trabajar con sus alumnos. La obra sigue diciendo cosas que la gente quiere ver.
Rescatate fue una escuela y hasta tema de exámenes en la facultad de Ciencias Sociales. ¿Cuál es el secreto de su permanencia? Es algo que analizamos a diario y que no imaginamos cuando estrenamos. Tiene que ver con un texto muy bien escrito, con el que la sociedad se identifica porque tiene actualidad. A eso se le suma una universalidad que permite que, pese al paso del tiempo, los temas sigan vigentes. Verte reflejado en escena, reírte de situaciones que conocés. Es como un sainete grotesco del siglo XXI, y genera un fenómeno similar al de las obras del 900. El humor ayuda a que la crítica social permee de otra manera.
¿Creés que esa crisis social que retrata la obra está más presente que nunca? Cuando estrenamos nos adelantamos a lo mediático. El personaje del "plancha" irrumpió en televisión cuando ya estábamos en cartel. Esa explosión de lo que se llamó "la contracultura plancha" nos favoreció. Si bien nos había ido bien, en 2007 notamos una diferencia en la cantidad de público y en las invitaciones a programas.
¿Han tenido que aggiornar el texto? Sí. El lunfardo se actualiza todo el tiempo. Palabras como "amistad" ya no se usan, "ñeri" apareció después. También incorporamos la presencia de las redes. Pero la esencia sigue siendo la misma.
Pasaste del personaje de Willy al periodista Marioneta, ¿cómo fue ese cambio? En 2018 ya no hacía a Willy. Me bajé del escenario para hacer asistencia de dirección porque Rubén Coletto, el director, no vivía en Montevideo. El plan no era que hiciera al periodista, pero el compañero que lo interpretaba no pudo seguir y yo conocía la letra y los personajes de punta a punta. Así que me divertí y jugué. Podría hacer cada personaje de la obra y los disfrutaría todos.
Lucía Rodríguez formó parte del elenco y pocos lo recuerdan, ¿no? Empezamos a trabajar juntos en 1998, en una obra infantil. Luego entró en Rescatate y fueron siete años maravillosos. Después le costó compatibilizar con su actividad en stand up, Carnaval y televisión, y terminó dejando el elenco.
¿Qué otros artistas dejaron huella en la obra? Mary Da Cuña. Estuvo desde el estreno hasta que su enfermedad se lo permitió. Era una maestra en escena. Nos enseñaba tiempos de comedia, técnica, respiración. Llegaba en silla de ruedas y parecía que no estaba enferma. Siempre decía: "Si dejo de hacer teatro, me muero". Y fue un poco así: cuando ya no pudo seguir, falleció.
Luis Suárez fue a verlos en secreto. ¿Cómo fue esa historia? Nos fue a ver a La Candela una semana después de ganar la Copa América. Fue todo un operativo para que entrara y saliera sin que nadie lo viera. Juan Gómez Antognazza, un excompañero del elenco, conocía a su esposa, se comunicaron y organizamos todo. Llegaron justo antes de que empezara la función y nadie notó que estaba. Al final, su familia lo cubrió para que saliera sin ser visto, pero antes nos sacamos una foto en el escenario (la tomó su esposa Sofía Balbi). Salió por una puerta trasera que bautizamos "la puerta de Suárez".
Raw Html ¿Cuál fue la situación más insólita con el público? Una vez invitamos a un grupo que estaba juntando monedas en la puerta para poder ver la obra. Les dijimos que no podían entrar con vino, pero se las ingeniaron. Estaban en un estado de ebriedad tal que empezaron a gritar, a meterse con el público, e incluso subieron al escenario a pelear. Tuvimos que interrumpir la función y sacarlos de la sala para poder continuar la obra. Al final, la gente aplaudió de pie.
¿Esta sí es la última temporada o no pueden asegurarlo? Sería la última, pero es muy difícil no festejar los 20 años. No hemos decidido qué, pero algo especial vamos a hacer.