Jueves, 22 de Mayo de 2025

MEVIR y Gallinal

UruguayEl País, Uruguay 21 de mayo de 2025

El Ciudadano | Montevideo
@|17 de mayo de 1967

El Ciudadano | Montevideo
@|17 de mayo de 1967. Semblanza de la creación de MEVIR y su creador.

La historia de MEVIR (Movimiento de Erradicación de la Vivienda Insalubre Rural) está profundamente entrelazada con la vida y visión de un hombre que supo ver más allá de la injusticia y el abandono: Alberto Gallinal Heber, un estanciero de profundas convicciones sociales que dejó una huella imborrable en la historia rural del Uruguay.

Corrían los años 60, y el Uruguay profundo aún sufría las consecuencias del atraso estructural. En los campos del interior, muchas familias campesinas vivían en condiciones de extrema precariedad, sin acceso a servicios básicos ni a una vivienda digna. Gallinal, proveniente de una familia de tradición rural, no fue indiferente a esa realidad. Su sensibilidad social, combinada con una firme creencia en la justicia y en la dignidad del trabajo, lo llevó a gestar un proyecto transformador.

El 17 de mayo de 1967, y gracias a su impulso incansable, se aprobó la Ley N.º 13.640, que dio nacimiento a MEVIR como persona pública no estatal. El objetivo era claro y urgente: erradicar la vivienda insalubre del asalariado rural y generar las condiciones mínimas de dignidad para quienes sostenían con su trabajo la producción del país.

Lo hizo como un uruguayo comprometido con sus compatriotas más postergados. El movimiento nació con una idea revolucionaria: construir viviendas dignas a través de la participación activa de sus beneficiarios, que debían comprometerse a trabajar en la construcción de sus propias casas.

MEVIR no era solo una respuesta a la carencia habitacional; era una declaración de principios. Basado en la autogestión, la solidaridad y la responsabilidad compartida, proponía que el progreso no debía venir como una dádiva, sino como un derecho ganado con esfuerzo y cooperación. Cada familia aportaba su "sudor" a cambio de la posibilidad de vivir bajo un techo seguro, en comunidades donde se fomentaba el arraigo, la identidad y el desarrollo.

Gallinal Heber presidió MEVIR desde su fundación hasta su muerte en 1994, dedicando décadas a recorrer pueblos, hablar con vecinos y supervisar cada etapa del proceso. No buscaba votos, ni cargos; buscaba resultados. Bajo su dirección, MEVIR no solo construyó miles de viviendas, sino también dignidad y futuro para el Uruguay rural.

Hoy, el legado de Alberto Gallinal Heber trasciende la infraestructura: vive en cada niño que creció con un techo firme, en cada madre que pudo criar a sus hijos sin miedo al frío o la lluvia, y en cada comunidad que floreció gracias al ejemplo de que un país mejor empieza por las bases, y que la verdadera política es la que transforma la vida de las personas.

La grandeza de Gallinal estuvo en empujar a las personas hacia su propia libertad y es hora de recuperar aquel principio de dignidad, trabajo y comunidad que dio origen a una de las obras más nobles del Uruguay moderno.
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