Domingo, 06 de Julio de 2025

Razonando con las patas

UruguayEl País, Uruguay 6 de julio de 2025

Si el programa del FA es que haya más tambos, antes que nada deberían evitar que cierren los que ya existen.

Hay una notoria diferencia entre una persona tenaz y una obcecada. La discusión sobre la compra de la estancia María Dolores por el Instituto de Colonización habla de esa diferencia.

La argumentación que se esgrime a favor de la compra es que existe un proyecto político del FA encaminado al fortalecimiento de la producción lechera a través de la creación de muchos tambos y el Instituto de Colonización es el encargado de instrumentarlo. A primera vista parece una excelente idea, una iniciativa inobjetable y bien intencionada. Solo a primera vista. Sucede que en nuestro país se vienen cerrando tambos, uno tras otro, año tras año. Si el programa del FA es que haya más tambos lo que tendrían que proponerse antes que nada es evitar que cierren los que ya existen ¿no?

Es una triste realidad que en nuestro campo se cierren tantos tambos; no se trata solo de unidades productivas que cesan: son familias que no pueden sostenerse y dejan su oficio, la casa donde criaron a sus hijos, su paisaje familiar, sus recuerdos y se van. Es más inteligente, más razonable -económicamente y socialmente más razonable- aplicar medidas para que subsista una unidad productiva que ya está funcionando (aunque con dificultades) que inventar de cero una nueva. Es más racional, más barato y hasta más humano darle una mano a los tamberos en dificultades que inventar productores, subvencionados, es decir, en condiciones económicas artificiales.

Si el FA considera que es bueno para el país fomentar la lechería lo que tiene que hacer, antes de crear un sistema lechero desde las oficinas montevideanas del Instituto de Colonización, es tener una política genuina de apoyo a los que ya están ordeñando todas las madrugadas y pagando rentas de mercado (la mayoría de los tamberos trabajan en campo arrendado).

Y si el Frente Amplio considera que la lechería es buena para el país también tiene que ocuparse de la otra punta del negocio: la industria. Está cerrando Calcar, Coleme: ya cerraron unas cuantas plantas más. ¿Este gobierno tiene una cabeza para pensar la producción y otra distinta para la industrialización? Hay un costo en el tambo que está afectado por decisiones y costos del gobierno. ¿No es más sensato que el gobierno baje sus costos en vez de -ese mismo gobierno- meterse a gastar cifras astronómicas para inventar una colonia lechera en la estancia María Dolores?

Además de los costos industriales y los costos fiscales la lechería uruguaya tiene otro costo: el sindical. El sindicato de Conaprole tiene en su prontuario haber impedido que se despidiera a un trabajador que fue filmado robando. Todas las conquistas que han conseguido los trabajadores de Conaprole han salido a partir del sudor del trabajador del tambo -peón y patrón- los que producen la leche. ¡Ejemplo de solidaridad operaria a la vista y paciencia de todo el mundo!

Esta compra que pretende Colonización y los argumentos con que la sostienen desde el Frente me trae a la memoria un diálogo que le oí hace años al difunto senador Mallo. Una periodista, después de haberle preguntado todas las generalidades sobre la política, le hizo la pregunta final: ¿Ud. qué valora más, una persona buena o una persona inteligente? Prefiero al inteligente contestó Mallo. ¡No me diga!, ¿Por qué? Señorita: porque la inteligencia no se puede fingir.
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