Un Cabildo en el zapato
El oficialismo frentista parece jugar sus cartas con un pragmatismo mayor que el que mostró la Coalición Republicana, al punto que Cabildo ya ha dicho que se siente escuchado por el FA.
Los dos votos en Diputados que tiene Cabildo Abierto (CA) en esta Legislatura son claves. Con ellos el Frente Amplio, que cuenta con 48, alcanza la mayoría en esa Cámara y también en la Asamblea General. Ya el FA la tiene en el Senado. Y sin CA y sin el partido del diputado Salle, la oposición no bloquea iniciativas legislativas del oficialismo.
Este cálculo aritmético es una variable fundamental para el gobierno de Orsi. Pero como la política no es solamente matemáticas de votaciones en el Parlamento, hay una dimensión importante sobre el fondo del asunto, tanto para el oficialismo como para la oposición: ¿cómo se camina con la piedra en el zapato que es CA?
Cuando fue gobierno en la Coalición Republicana (CR), debe reconocerse que en ningún tema importante faltaron los votos de CA. Obviamente, su visión de las cosas cambió contenidos de manera sensible, como por ejemplo para el caso de la reforma de la seguridad social. Pero nunca pasó la raya, por ejemplo, de sumar sus votos a la oposición frenteamplista para censurar un ministro de gobierno. Y hacia el final del período, CA lamentó muchísimo no haber podido lograr que algunas de sus propuestas propias hubieran contado con apoyos políticos de toda la CR, de manera de poder competir en las elecciones de 2024 con la tranquilidad de decir a su electorado "cumplimos, vamos por más".
Se podrá decir, con razón, que algunas de esas banderas de CA no podían ser bien vistas por sus socios: por ejemplo, el cambio que propuso, en alianza parlamentaria con el FA, para el régimen de producción forestal. Empero, también hay que admitir que hubo otras propuestas que bien podrían haber recibido apoyo coalicionista para ser llevadas adelante: un plan de apoyo familiar para mejorar la demografía, por ejemplo, o un sinceramiento sobre el consumo de marihuana legal que jamás contó con la campaña de prevención que, sin embargo, la misma ley preveía implementar.
Lo cierto es que por un lado CA se sintió ninguneado, y que por otro lado los demás partidos coalicionistas no sintieron que se tratara de un socio totalmente seguro. Pero en ese malentendido quien tenía más para perder, sin duda alguna, eran los socios mayores de la CR, ya que sin los votos de CA no se podía aspirar a ganar las elecciones de 2024. Y esta es una dimensión clave que ha sido mostrada por estudios de opinión pública y por análisis de votaciones en zonas geográficas concretas del país: CA en 2019 fue fundamental para quitar apoyos al FA, ya que sedujo a votantes de identificación partidista frágil que no estaban dispuestos a acompañar a los partidos tradicionales.
¿Qué podía ocurrir si CA no se presentaba con vigor a las elecciones de 2024? El resultado fue elocuente: una opción clave de la CR no jugó su papel y muchos de los votos que no acompañaron al FA en 2019 decidieron volver a la izquierda en 2024. Y el Cabildo en el zapato sigue estando: ¿qué plantean los partidos tradicionales para la CR en estos próximos años? Si la CR toma espacio de coordinación real, ¿se hará con o sin CA?
El oficialismo frenteamplista parece jugar sus cartas con un pragmatismo mucho mayor que el que mostró la CR, al punto de que CA ya ha señalado que se siente escuchado por el FA y que, pudiendo acordar temas que son importantes para el partido de Manini Ríos, esos dos votos fundamentales en Diputados generarán la mayoría que el FA precisa. Se podrá decir que es más fácil contentar a un CA con solo dos diputados (60.549 votos), que a uno con tres senadores y once diputados como era el CA de 2019 (268.736 votos). Y eso es verdad. Pero la clave para la CR sigue siendo que, sin el perfil de oferta que seduzca a los votantes afines a CA, la mayoría electoral para 2029 será muy difícil de lograr.
¿Es posible hacer un borrón y cuenta nueva para transitar un camino conjunto con CA en coalición estos años? ¿O hay que cerrar la puerta a CA para una coordinación de CR futura? Si se toma la primera opción, importa ver qué temas CA propone que efectivamente puedan ser llevados adelante, incluso encontrando el camino mayoritario que junto al partido de Salle hoy otorga Diputados (51 en 99) para avanzar. Si se toma la segunda opción, entonces es absolutamente necesario proponer desde sectores activos de los partidos tradicionales temas que ocupen espacios similares a los de CA.
En octubre de 2024, los partidos de la CR sin CA recibieron más votos que el FA. Blancos y colorados deben mostrar estar a la altura de ese mandato popular.