Beneficios. En lo que va del 2025, alcanza su nivel histórico más alto ante la mayor incertidumbre. Así, el dólar se debilitó globalmente y el tipo de cambio (sol por dólar) alcanzó su nivel más bajo en casi cinco años.
Por instituto peruano de economía (ipe)
Durante la primera mitad del año, el Perú ha experimentado grandes cambios en sus condiciones externas. Mientras que el precio del oro y el cobre superaron récords históricos, el tipo de cambio cayó a su menor nivel en casi cinco años. Estas cifras son alentadoras, sin embargo, el impacto de la incertidumbre global sobre el crecimiento se mantiene como un riesgo latente.
?Precios externos favorables?
El precio del oro y el cobre han alcanzado máximos históricos debido a la mayor incertidumbre.
Por un lado, el precio del oro superó los US$3.300 por onza en julio y acumuló un alza de 27,1% en el año. Este crecimiento está vinculado a la mayor demanda de inversionistas y bancos centrales que buscan protegerse de los impactos de la política económica de Estados Unidos y los conflictos geopolíticos.
Por su parte, el precio del cobre en la Bolsa de Londres se situó alrededor de los US$4,4 por libra, 14,4% por encima del cierre del 2024. Su comportamiento se ha visto alterado por los aranceles anunciados por EE.UU. Así, luego de haber caído 10% a inicios de abril, una parte importante de su recuperación estaría explicada por la demanda anticipada de empresas en ese país para evitar el impacto de la entrada en vigor de mayores aranceles. Al respecto, el efecto de estas medidas sobre las exportaciones peruanas sería limitado, ya que la demanda estadounidense de cobre ha perdido participación: en las últimas dos décadas, han pasado de representar el 18% de los envíos peruanos de este metal a menos de 4%.
?Ajuste en el tipo de cambio?
En el caso de una economía pequeña y abierta como la peruana, el valor de la moneda depende, fundamentalmente, de factores externos. En ese sentido, la incertidumbre generada por la política comercial de EE.UU. y las dudas sobre la sostenibilidad de su deuda a causa del enorme paquete fiscal recientemente aprobado han causado un debilitamiento histórico de su divisa y la migración de capitales hacia mercados emergentes.
En consecuencia, el índice de fortaleza del dólar (DXY) ha caído 10,7% en la primera mitad del año, su mayor retroceso en un primer semestre en cinco décadas. Este debilitamiento se ha evidenciado en el Perú: en julio, el tipo de cambio llegó a S/3,55 y marcó su nivel más bajo desde setiembre del 2020.
El menor tipo de cambio impacta directamente en los precios de productos que representan el 15% de la canasta básica de consumo, lo que beneficia principalmente a empresas y consumidores que importan bienes y servicios o realizan transacciones en esta moneda. En ese sentido, mientras que el precio del dólar se redujo de S/3,7 a S/3,6 entre abril y junio del 2025, la inflación en rubros vinculados al tipo de cambio cayó de 1,4% a 0,7%. Por ejemplo, la inflación de alquileres se moderó de 0,6% en diciembre del 2024 a 0,1% en junio del 2025, mientras que los precios de los vehículos pasaron de aumentar 3,0% a caer 0,4% en el mismo período.
?Desaprovechamiento de vientos externos?
En este contexto, los términos de intercambio ?la relación entre el precio de nuestras exportaciones y el de nuestras importaciones? continúan rompiendo récords. Estos superan en 52% el promedio del ?boom? en la cotización de precios internacionales del período 2006-2013 y en 17% el máximo de 1951. En el pasado, los altos niveles de los términos de intercambio permitieron atraer más inversiones (como en minería y agricultura), reducir la deuda pública y ahorrar en el Fondo de Estabilización Fiscal. Sin embargo, en esta ocasión, según datos del FMI, el Perú ha perdido el espacio fiscal para responder a los riesgos de un panorama externo con persistente incertidumbre debido principalmente al mayor déficit fiscal.
El debilitamiento global del dólar y el alza en la cotización de los ?commodities? se han reflejado en mayores flujos de capitales hacia mercados emergentes en abril y mayo últimos. Capitalizar estas oportunidades depende de la capacidad de nuestras autoridades de generar un entorno favorable para la inversión privada. Ello requiere recuperar la sostenibilidad fiscal y trabajar decididamente en incrementar la competitividad del país.