Nobel Romer: ¡El trabajo educa!
Beethoven Herrera Valencia
En su reciente visita a Colombia por invitación de Asobancaria, el Nobel Paul Romer, destacó que la mayor parte del ingreso nacional proviene del capital humano, por lo que es relevante ver cómo se potencia
Beethoven Herrera Valencia
En su reciente visita a Colombia por invitación de Asobancaria, el Nobel Paul Romer, destacó que la mayor parte del ingreso nacional proviene del capital humano, por lo que es relevante ver cómo se potencia. Y por ello considera que trabajar formalmente sea tan formativo como estudiar y que el Estado tenga el valor para sostener este modelo. Su enfoque trasciende las instituciones educativas y los títulos académicos, resta importancia a la infraestructura y enfatiza el papel formativo del trabajo en referencia a competencias blandas como puntualidad, confianza, trabajo en equipo, capacidad de solucionar problemas y responsabilidad. Aunque parezca increíble, sostiene Romer, pocos jóvenes tienen esas destrezas, tan determinantes en para un trabajo eficiente. ¡Convertir el trabajo en una escuela conlleva una transformación del sector laboral, que para empresarios y políticos es poco relevante! Colombia, al igual que varios países en desarrollo, se encuentra en una situación poco favorable en comparación a los países desarrollados y el trabajo no genera formación de los/as trabajadores/as, pues las recompensas que se ofrecen son bajas y ello no estimula el esfuerzo formativo. Mientras los salarios en EE. UU. suben hasta un 75 % en los primeros 10 años de experiencia laboral, en Bangladesh suben hasta un 10%. Se trata de resolver un problema estructural que es competencia de los políticos: en democracias frágiles, las estrategias de formalización de empleos exigen sacrificios en el presente. En la mayoría de situaciones el presente es más relevante en la toma de decisiones y se necesita un cambio de visión para que las urgencias coyunturales de los políticos no bloqueen las decisiones estratégicas. Romer defiende el fortalecimiento del estado de derecho como una estructura funcional capaz de diseñar e implementar estrategias innovadoras. En cambio, cuando las instituciones se debilitan surgen ‘líderes fuertes’ como Bukele y Trump, quienes aunque aportan beneficios inmediatos en seguridad, carecen de reglas y debilitan las instituciones. Ello termina exacerbando la desigualdad, vulnera los derechos de los ciudadanos y asociaciones y al final no es una solución sostenible. Romer plantea una idea disruptiva aún en este momento de la sociedad, consistente en crear un servicio nacional obligatorio para jóvenes que no estudian ni trabajan. Esa iniciativa funcionaría como una especie de escuela pública de trabajo, dónde el sistema impulse a los jóvenes a participar, aprender, aportar, para que con esta experiencia, tengan la oportunidad de adquirir destrezas que los ayudarán en su trabajo futuro. Sin lugar a dudas ello cuesta dinero y se necesita de un Estado capaz de hacerlo, porque como sostiene Romer, salir del atraso no es gratis. ¡Para esto es importante contar con ambición, claridad y valentía…! Como ha señalado el economista javeriano, Santiago Ruiz Reyes, "En un mundo dónde todo se basa en la tecnología, es necesario innovar, y no solamente en la electrónica, sino innovando la política".
Profesor Emérito de la Universidad Nacional, de las universidades Javeriana, Magdalena y Prime Business School.