La batalla del Tour se traslada al Col de la Loze
resumen de agencias - el tiempo @lisandroabel
El Tour de Francia entra en sus cuatro etapas definitivas, las últimas para saber si el corredor esloveno Tadej Pogacar se alza con el cuarto título de la competencia por etapas más importante del mundo
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El Tour de Francia entra en sus cuatro etapas definitivas, las últimas para saber si el corredor esloveno Tadej Pogacar se alza con el cuarto título de la competencia por etapas más importante del mundo. Y de esas cuatro fracciones, hay dos que llaman la atención poderosamente, pero la primera, la de hoy, es potencialmente mucho más dura. La jornada será entre Vif y Courchevel (Col de la Loze), de 171 kilómetros, ganada por el colombiano Miguel Ángel López en el 2020. La fracción tendrá tres pasos montañosos, todos de fuera de categoría, el primero de ellos en el kilómetro 65 en el Col du Glandon, 21 km de extensión y rampas promedio de inclinación del 5,1 por ciento. Luego, en el kilómetro 105, la caravana encontrará la subida a la Madeleine, de 19 km de trazado y rampas de inclinación promedio del 7,8 por ciento. La meta será el último paso montañoso de 26 km, con rampas del 6,4 por ciento de inclinación, la fracción más dura de todo el recorrido. La jornada se anuncia dantesca dada la longitud del recorrido con sus tres interminables puertos, que llaman al espectáculo. "Es el tipo de etapa que no hemos hecho desde hace mucho tiempo. Encadenar tres grandes puertos de categoría especial es un regreso a la tradición, al antiguo ciclismo, y va a hacer mucho daño", dijo el que trazó el trayecto,Thierry Gouvenou. "No puedes permitirte la menor debilidad en una etapa así", añadió. Pogacar sabe de lo que habla Gouvenou, después de haberse dejado ahí buena parte de sus opciones de victoria en 2023 ante Jonas Vingegaard. "Me descuelgo, estoy muerto", aseguró por el pinganillo Tadej Pogacar, mortificado por las rampas del Col de la Loze en aquel 2023 en el que acabó fundido por la presión de Jonas Vingegaard. Aquel día, el esloveno dio el adiós definitivo al Tour de Francia y dejó una imagen de sufrimiento inédita en sus cinco participaciones en la ronda francesa, un escenario al que volverá en la sexta con una cómoda ventaja en la general y una gran sensación de superioridad sobre todos sus rivales. Transitable desde el asfaltado de un camino -que se convierte en pista de esquí en invierno-, unos meses antes del primer paso del Tour en 2020, el Col de la Loze se ha convertido rápidamente en un enclave emblemático de la ‘Grande Boucle’. En esta ocasión, los corredores ascenderán por Courchevel y no por Méribel como en 2023, por tanto, por una vertiente algo menos dura. Pero aun así, se pasará por porcentajes del 14 por ciento para llegar a una altitud de 2.304 m, lo que comienza a dificultar la respiración. "Y los corredores tendrán ya dos puertos de categoría especial sobre las piernas", recuerda Gouvenou. Milan, volvió a ganar Sin el belga Tim Merlier o el eritreo Biniam Girmay, descartados tras una caída a 800 metros de meta, fue Jonathan Milan el que se llevó la victoria al embalaje, ayer, en la etapa 17 del Tour de Francia. La lluvia, presente en los últimos 40 kilómetros de etapa con salida en Bollène, fue protagonista en el final en Valence, causando una caída en la que se vieron implicados varios hombres llamados al menos a obligar a un esfuerzo extra a Milan para llevarse su segunda victoria de etapa en este Tour. Ninguno pareció haber sufrido daños que le impidan continuar la carrera, pero la llegada final perdió espectacularidad.