La marca de Young de 33 tantos en 30 partidos ya casi era leyenda y parecía insuperable, no solo porque el Tigre nunca pudo repetir ese logro, sino porque nadie había podido acercarse.
Fue el sábado 26 de julio de 1975, hace ahora 50 años. Fernando Morena llegaba a los 34 goles en un Campeonato Uruguayo y quebraba el récord de otro delantero aurinegro, José Pedro Young, que ya duraba 42 años. Esas 34 conquistas, logradas en un certamen de 22 fechas, representan un promedio de 1,5454 por partido. O sea, con Morena ese año Peñarol entró ganando por un gol y medio cada encuentro.
La marca de Young (33 tantos en 30 partidos de 1933) ya casi era leyenda y parecía insuperable, no solo porque el Tigre nunca pudo repetir ese logro, sino porque nadie pudo acercarse. Atilio García, el mayor artillero de todos los tiempos de Nacional, tuvo su mejor marca con los 26 goles de 1944, logrados en 18 partidos. Otro referente de los ataques tricolores, Luis Artime, hizo 24 en 25 encuentros de 1969.
Los registros goleadores de Morena, que crecían año a año, estaban anunciando que un día podía quebrar el récord de Young. En 1973, su primera temporada con la camiseta amarilla y negra, hizo 23. En 1974 llevó la cuenta a 27, hasta entonces la segunda mejor marca histórica.
Raw Html
La campaña
El Campeonato Uruguayo de 1975, que por primera vez se disputaba en el primer semestre del año, podía entonces asistir a esa proeza. Y la gran campaña de Peñarol fue el escenario más favorable: el aurinegro sería campeón invicto y con varias goleadas a favor. Tras la primera rueda, Morena llevaba 16 goles en 11 partidos. Y al iniciar la segunda rueda sumó cinco en una sola tarde, a Defensor, cuando el aurinegro venció por 7 a 2.
En el repaso final, además de esos cinco, el Potrillo hizo tres hat trick (a River en las dos ruedas y a Cerro), siete encuentros de dos goles y seis de un gol. Marcó en los dos clásicos: el del triunfo de chilena casi en la hora en la primera rueda y de penal en la segunda para el empate 1-1. De los 22 partidos, estuvo presente en el marcador en 17. Y su equipo llegó a 59 tantos.
Peñarol se consagró campeón con tres fechas de anticipación, venciendo a Danubio aunque sin goles de su número 9. A Morena le quedaban dos encuentros para batir el récord: tenía que convertir tres veces. Frente a Fénix, el 20 de julio, sumó dos e igualó a Young.
El gran día
Una semana más tarde, el sábado 26, el rival era Liverpool, que había estado en la punta del torneo durante varias fechas, con Young presente en la tribuna, como invitado especial. Luego de un primer tiempo con el tanteador cerrado, el argentino Daniel Quevedo logró el primero para el aurinegro a los 50 minutos. Ocho minutos más tarde llegó lo esperado: Jorge Barboza lanzó un pase en profundidad hacia la medialuna del área negriazul. Picó Morena, pero también el arquero Héctor Santos corrió hacia el borde de su zona para tratar de atajar o rechazar. El Nando llegó un segundo antes y tocó con zurda, suave, por sobre su rival. La pelota entró por el medio del arco.
Morena corrió hacia su rincón habitual de festejos, en la esquina de las tribunas Amsterdam y Colombes. Allí recibió la ovación del Centenario y enseguida, la montaña de abrazos de sus compañeros.
En lo que restaba del partido llegó el descuento de Liverpool y otro gol de Quevedo (un verdadero golazo) para el 3 a 1 definitivo.
Tras el pitazo final, Young ingresó a la cancha a paso lento y con bastón (había sufrido una fractura) junto a la directiva de Peñarol. Morena le regaló su camiseta en homenaje y todos asistieron al izamiento de la bandera del club en la Torre de los Homenajes.
"Esta es la ley de la vida: todos los récords caen y alguna vez tenía que pasar lo mismo con el mío", le comentó, según el relato del episodio que hizo Pablo Muró en su libro El Nando. Biografía futbolística de Fernando Morena.
Sí, los récords están para quebrarlos. Y la marca de 34 de Morena en 1975 duró apenas tres años, porque el mismo Morena llegó a 38 en el Campeonato Uruguayo de 1978. Y llevó el promedio por partido a un increíble 1,6363. Desde entonces, ese récord sigue intacto.
Los que se acercaron pero no llegaron
A partir de la década de 1990 el Campeonato Uruguayo se volvió más extenso, por la ampliación de la primera división a más clubes y por la creación de torneos cortos como el Clasificatorio y el Intermedio, que se agregaron en diversos momentos al Clausura y el Apertura. En teoría, la disputa de más partidos le otorga a los goleadores la oportunidad de marcar más veces.
Sin embargo, nadie pudo quebrar las marcas de Fernando Morena en 1975 y 1978, logradas en ambos casos en torneos de 22 fechas (dos ruedas de 12 clubes).
Quien más se acercó fue Javier Chevantón en 2000, cuando defendiendo a Danubio hizo 33 goles en 33 partidos. Eso lo coloca tercero, junto a Juan Pedro Young, en la tabla de los futbolistas con más goles en un solo campeonato. Y lo convierte en el delantero de un club menor con más goles en una temporada.
El aurinegro Cristian Palacios, en tanto, convirtió 29 en un Uruguayo de 37 partidos en 2017.
En 2004 se registró un sorprendente empate en 26 goles entre Alexander Medina (Nacional) y Carlos Bueno (Peñarol), tras 35 fechas. A través de los años hubo varios casos de empate al tope de la tabla de artilleros, pero nunca con tantos goles.
Por su parte, llegaron a 25 conquistas Germán Hornos, de Fénix, en 2002 (35 partidos) y el argentino Gonzalo Bergessio, de Nacional, en 2020 (37 partidos).
El último que superó los 20 goles en un torneo fue Maxi Silvera, entonces en Cerrito y hoy en Peñarol, quien llegó a 21 en 30 partidos de 2021.