"Está todo dado para que Chile clasifique a otro Mundial"
"Pequeño", símbolo de la selección de rubgy durante décadas, analiza el proceso de los "Cóndores", donde sus hijos son figuras y esta tarde serán titulares ante Brasil. "Es una consecuencia lógica de todo lo que han recorrido", advierte.
Alfonso Escobar es rugby. "Pequeño", como irónicamente lo apodaban dada su corpulencia, fue segunda línea de los "Cóndores" -y de Universidad Católica- por más de dos décadas y vivió varios procesos con la selección, de los buenos y de los malos.
Pero hubo algo que no pudo tener: jugar un Mundial. Estuvo cerca, sobre todo en 2002, cuando Chile estuvo mano a mano con Uruguay, pero los "Teros" se llevaron el premio, amargando a una de las mejores generaciones de todos los tiempos.
La deuda la pagaron sus hijos, Alfonso (27 años) y Diego (25), que estuvieron en el plantel que compitió en Francia 2023 y que son titulares en los "Cóndores" que buscan repetir el hito en Australia 2027. De hecho, ambos consiguieron sendos tries en el duelo de ida ante Brasil, en Sao Paulo (35-21), preludio del choque de este sábado (14:00 horas) en el Parque Mahuida, que puede sentenciar el paso a la final sudamericana del quince nacional, en el que ambos serán titulares en el pack de forwards nacional.
"Contra Rumania también anotaron ambos", precisa Escobar padre, que ha seguido con obvio interés el desempeño de los "Cóndores" en los últimos años.
"Selknam le ha hecho bastante bien al rugby chileno. Si bien el año pasado hubo malos resultados, este año no solo aparecieron jugadores nuevos para la selección, sino que también llegamos a playoffs . Y en otros países pasa lo mismo, el fly de Argentina que jugó contra Inglaterra hace dos semanas (Nicolás Roger) viene de Tarucas, por ejemplo", dice "Pequeño".
-Alfonso, tiene a sus dos hijos en la selección...
"Hay tres, viene otro más (Martín, de 21 años, que entrena en la academia de Chile Rugby), por ahora lo están haciendo sufrir", interrumpe.
-¿Qué siente al ver todo su camino hacia la selección?
"A ver, no quiero parecer poco humilde, pero siento que es una consecuencia lógica de todo lo que han recorrido. Desde chiquititos vieron rugby, siempre estuvieron a la orilla de la cancha cuando jugaba yo y, sin duda, el colegio (Craighouse) contribuyó muchísimo al manejo de la pelota. No me sorprende que sean seleccionados".
-Tampoco les puso problemas, supongo, cuando les dijeron que iban a dedicarse al rugby.
"Nunca me lo dijeron. Además, 'Fonchi' (Alfonso) es ingeniero civil, Diego estudió Ingeniería Comercial, el chico también está estudiando. Está bien que jueguen, que saquen la carrera más tarde me da lo mismo, es su vida y yo no puedo influir mucho. Les puedo dar consejos, ejemplos, pero ellos deciden y vamos a apoyarlos. De hecho, 'Titi' (Martín) quería jugar fútbol y le dije 'ningún problema, pero tienes que ser bueno, si vas a jugar por 500 lucas, prefiero que no'. Lo intentó, yo hablé incluso con Mario Lepe, que le vio condiciones, pero al primer entrenamiento me dijo que no quería seguir".
-Diego se fue por un año a Francia y acaba de renovar por otras dos temporadas. ¿Cómo lo tomó?
"Yo lo fui a ver a París para Navidad. No es fácil, le tocó pelar el ajo allá, por suerte ya está integrado y se le hace más fácil, pero la pasó mal. No es fácil estar fuera de la casa, además él es muy apegado a sus hermanos. Ahora que está en Chile andan juntos para todos lados. Qué rico, piensa uno, pero ya se nos va de nuevo, se echa mucho de menos y para la mamá es peor".
-Hoy la tecnología permite tener más contacto, con videollamadas por ejemplo.
"Ayuda mucho, claro, la mamá toma desayuno con él todos los días por llamada, pero se siente la ausencia... Pero es un buen desafío para él. Yo me arrepiento de no haber jugado afuera, tuve ofertas, pero era más regalón y quizás no confiaba tanto en mis condiciones, así que me quedé y aún me arrepiento".
-¿Ve a Chile clasificando otra vez al Mundial?
"Está todo dado, pero hay imponderables que pueden dejarnos fuera. Para el Mundial pasado, la victoria sobre Estados Unidos pasó por un penal. Son detalles. Les pongo todas las fichas, pero hay que ir pasito a pasito, el partido que importa es el fin de semana ante Brasil y, después, hay un mes para trabajar el juego contra Uruguay".
A ratificar la ventaja
31 veces se han visto las caras Brasil y Chile en la historia. De ellas, los "Tupís" solo ganaron en cinco ocasiones (todas entre 2014 y 2019), apenas una de ellas en Santiago: en 2018, cuando se impusieron por 16-14 en La Pintana.
Esa es la estadística que los "Cóndores" defenderán este sábado en el renovado campo del CARR de La Reina, en el Parque Mahuida. El quince nacional ganó por 35-21 la ida y solo un descalabro en casa lo dejaría fuera de la final sudamericana, seguramente ante Uruguay (que juega en la misma jornada ante Paraguay el duelo de ida, en Luque).
"Va a ser muy fuerte para los forwards , ellos tienen un pack muy fuerte, van a querer entregarlo todo, morir en la cancha para hacer la hazaña. Nosotros tenemos que someterlo en el ruck y maul y, como es una cancha más grande, los backs van a tener más espacio para correr", plantea Bruno Sáez.
"Brasil es un equipo muy físico, pero si implementamos nuestro juego y corregimos un par de cosas que hicimos mal allá, podemos dominarlos. Estamos jugando un nuevo proceso clasificatorio, algunos de nosotros ya vivimos las emociones, la presión, tenemos experiencia y podemos manejarlo y transmitírselo a todo el grupo", aporta el centro Matías Garafulic.
El estadio está totalmente vendido, lo que augura un ambiente soñado para los "Cóndores", que aseguran que se sienten cómodos con un escenario encendido.
"Es una linda presión, tendremos un ambiente espectacular. Sabemos la responsabilidad que conlleva jugar acá, pensamos toda la semana en defender la casa como corresponde", reconoció Tomás Salas.