El máximo goleador de las formativas de Defensor, que anotó su primer tanto en Primera, habló sobre la obligación de ir por la cuarta Copa AUF y dijo que que quieren "salir camerones del Clausura".
Pichincha, el Comando y el Franzini son como los patios de Lautaro Navarro, lo de su "casa" lo dirá él. Este año cumplió 17 pero desde que tiene uso de razón en casa se respira amor por Defensor Sporting y es por esto que el "Chinito" sigue los pasos de Álvaro Navarro. El goleador con 150 festejos en las formativas violetas, abrió la cuenta a casi 20 minutos para el final del juego Defensor- Oriental por la Copa AUF Uruguay. Pero no sería un gol más para el '9' sino el que comenzó su cuenta en la primera división, donde apenas tiene 250 minutos disputados y dos titularidades.
"Lo venía buscando, había tenido varias chances en el partido, incluso en el pasado con Juventud, y cuando vi que la pelota tocó la red fue una emoción enorme y un orgullo tremendo. Más cuando vi a mi familia en la tribuna, fue hermoso", cuenta quien confiesa tener una libreta donde escribe todos sus goles religiosamente. "Desde el campeonato experimental Sub 14 anoto los goles, tengo la libreta acá en casa".
Este fue especial, para entintar otra página, y lo celebró con su mamá y su abuela, que estaban en las gradas. Álvaro, su papá, no tuvo la suerte de estar en el primer gol profesional de Lautaro y ya sabe cómo es el fútbol. La cábala es que a partir de ahora no puede ir más. "Se quiere morir", bromea.
Con su gol, sumado al de Alan Torterolo, también de la cantera, Defensor venció a Oriental y avanzó a cuartos de final, instancia en la que enfrentará a Central Español. Continúa así el camino a su defensa del tricampeonato en Copa AUF. "Sabemos que tenemos la responsabilidad, somos el único campeón, es una obligación pasar de fase e intentar salir campeones y defender el título", explica quien desde hace dos meses dejó de subir y bajar a Quinta y Tercera dedicarse a Primera.
Lautaro debutó con el primer equipo en febrero de este año bajo las órdenes de su padre, ingresando ante Monagas en Venezuela por Copa Libertadores. Es jugador hincha, desde que tiene uso de razón. "Es mi casa, son ya muchos años. Acompañé a papá una vida ahí y ahora llegué yo a hacer todas las juveniles. Es mi segunda casa. Desde chiquito me inculcaron que hay que ser hincha Defensor", sostiene.
Pero a los Navarro también les tocó pasar pálidas en el club. Las críticas de "ponés a tu hijo" y "jugás porque sos hijo de" no faltaron. "Fue complicado, lo tenía en modo entrenador en el club y en casa, era todo fútbol: almuerzo, merienda, cena, mi madre estaba podrida y eso que le gusta el fútbol. Pero a lo último lo supimos pulir".
Respecto a las críticas, añadió: "Si yo estaba ahí era por algo, creo que él lo manejó bien hasta que explotó todo. Ahora intento demostrar día a día que a mí nadie me regaló nada".
Los Navarro no pudieron cumplir el sueño de jugar juntos, pero el consuelo es haber formado parte del mismo plantel. "Antes de retirarse le pedí que me aguantara un añito y medio mas, que iba a ser tremendo, pero no me esperó".
Además de la cesión de Navarro, entre otros momentos críticos del club le tocó la polémica que generó la inesperada salida de Maxi Gómez a Nacional, que, según el delantero, "deportivamente no afectó" al plantel. "Hubo todo una movida sí, pero a nosotros no nos cambió", dice y acepta que el Nacional-Defensor en la última fecha "va a estar picante, pobre Maxi, la gente lo va a putear".
Lautaro también defendió las Sub 15 y 17 de Uruguay. "No estuve en el Sudamericano Sub 17, creo que por decisión técnica porque yo estaba en Primera y hubo problemas de comunicación entre Defensor y selección y no pude. Pero estoy tranquilo para que me citen hoy o mañana", asegura quien tiene en la mira el próximo Sudamericano Sub 20, a disputarse en un año y medio.
Mientras tanto, su cabeza está en el Torneo Clausura, del que el Tuerto no se baja. "Siempre es prioridad terminar lo mas alto posible, queremos salir campeones", concluye.