Aldo Paparella, un hombre destrozado que transformó en poesía la experiencia de la guerra
Paparella con sus compañeros en el campo de prisioneros de Argelia, c
Paparella con sus compañeros en el campo de prisioneros de Argelia, c. 1944
"¡Hay que viajar!" , le gritó aquella noche de 1940 un escultor al que llamaban "el loco". "¿A dónde demonios hay que viajar?", respondió medio dormido Aldo Paparella , el artista italiano que también había tenido que interrumpir su formación para reclutarse en el ejército. "A África, camarada" , agregó su colega, mientras Italia y Alemania iniciaban la campaña para recuperar el control de Gibraltar y el Canal de Suez durante la Segunda Guerra Mundial . Dibujo sin título de Aldo Paparella, 1945
"Viajé a Libia y allí empecé a manejar armas distraídamente y practicaba la pintura concreta haciendo círculos para el tiro al blanco con el negro grasiento de las ollas" , recordaba en 1971 Paparella, pocos años antes de morir en la Argentina, donde desarrolló una exitosa carrera. Así lo registraron Cecilia Rabossi y María Cristina Rossi en un libro de 2018 dedicado a su legado , exhibido ahora en una retrospectiva impulsada por sus descendientes. Reúne en Roldán setenta obras de distintas épocas, que se subastarán hoy. Retrato de Rodo Nicola por Aldo Paparella
"Ya en el escenario de combate, y tras un sorpresivo golpe de las fuerzas aliadas, el ejército italiano fue derrotado y sus jóvenes soldados debieron permanecer en un campo de prisioneros de la Argelia francesa ", recuerdan las investigadoras antes de presentar los dibujos que Paparella hizo desde aquel confinamiento , entre 1944 y 1945, y un año después a su regreso temporal a Minturno. "Las vivencias en el frente de guerra y los recuerdos de su pequeño pueblo -agregan- imprimieron un sello peculiar en su obra" . Aldo Paparella en su taller
Esa marca se distingue por ejemplo en sus Monumentos inútiles , inspirados en restos de esculturas de la antigüedad clásica que sobrevivieron en Minturno, protagonizados en su caso por cuerpos mutilados o monstruosos. "En las cosas rotas, en las cosas destrozadas de esos viejos pueblos romanos -como mi pueblo- yo encontré la expresión del hombre de hoy, el hombre destrozado" , dijo en una entrevista con la revista Crisi s en 1974. Monumento inútil, c.1971-76, ofrecido con una base de 1500 dólares
Una herida similar se refleja en sus Muebles inútiles , realizados a fines de los años 60, con puertas o cajones que no abrían. " Paparella entendía que el hombre se estaba transformando en una máquina de consumir -señala Rossi-, y que era necesario que las producciones artísticas provocaran una conmoción tal que pudiera desviarlo de la enajenación en la que lo había sumido ese sistema". "Mueble inútil", c. 1966-67
También las piezas que realizó con metal cortado, doblado y golpeado -algunas de las cuales podrían confundirse con las contemporáneas de Luciana Lamothe , artista que representó a la Argentina en la última edición de la Bienal de Venecia -, encarnan un misterio que según esta autora "logra enfrentarnos a los traumas históricos provocados por guerras, genocidios o injusticias sociales que perviven en nuestra memoria colectiva" . "Sugerencia", c.1960-65
" La temprana relación de Paparella con la muerte en el campo de batalla sobrevoló toda su obra en busca de poesía -observa Rossi-, mientras que su mirada crítica hacia la civilización occidental mantenía una visión esperanzada, tal como expresó cierta vez con lucidez: ‘Nuestra civilización goza del privilegio del destrozo, esperando que un día pueda renacer de sus cenizas como el ave fénix’ ". "Sin título", c.1969
Un renacimiento similar parece a punto de enfrentar su propio legado. "Desde la retrospectiva de 1980 en el Museo Nacional de Bellas Artes nunca se volvió a exhibir tanta obra junta que recorra toda su producción", destaca su hijo Juan, también artista , que viajó especialmente desde Bélgica para colaborar en la organización de esta exhibición y subasta. "Monumento inútil", c.1971-76, que se ofrece con una base de 60.000 dólares
Entre los lotes -con bases que van de 1500 hasta 60.000 dólares- se incluyen los Ascépticos con progresividad que participaron en 1969 del envío argentino a la X Bienal de San Pablo : formas de metal rectas, alargadas y de planos quebrados, destinadas a articular ámbitos transitables , muy distantes de sus figuras fantasmales o amenazantes. "Ascépticos con progresividad", 1969
"A pesar de que a nuestra época se la codifica como una época de bienes de consumo y por tanto sensual -escribió Paparella ese mismo año- también es cierto que hay actitudes en verdad idealistas dispuestas a encontrar lo opuesto, un ascetismo o un equilibrio, y esto se consigue a veces con heroísmo ".
Para agendar
Subasta de obras de Aldo Paparella en Roldán (Juncal 743), hoy a las 19.30.