Domingo, 12 de Octubre de 2025

Perspectivas globales y los retos de Chile

ChileEl Mercurio, Chile 12 de octubre de 2025

La economía mundial atraviesa un escenario complejo, con elevada incertidumbre y múltiples shocks económicos, migratorios, tecnológicos y geopolíticos

La economía mundial atraviesa un escenario complejo, con elevada incertidumbre y múltiples shocks económicos, migratorios, tecnológicos y geopolíticos. El cambio más disruptivo proviene de Estados Unidos, que ha pasado de liderar la apertura comercial global a usar los aranceles como herramienta de proteccionismo, diplomacia y negociación.
Durante los últimos meses, la administración Trump ha impuesto aranceles generalizados y diferenciados por tipo de bien y por país. En septiembre, se anunciaron nuevos gravámenes a productos farmacéuticos de marca, muebles de cocina y baño, muebles tapizados y camiones pesados. Pocos días después se sumó un arancel a las importaciones de madera blanda y aserrada, mientras continúan las negociaciones con varios países. Todo esto sigue generando incertidumbre sobre el rumbo de la política arancelaria. Con las medidas introducidas hasta ahora, el arancel promedio ponderado en EE.UU. ha pasado de 2,5% a comienzos de 2024 a 17,9%, el nivel más alto desde 1934.
Las alzas arancelarias en EE.UU., sumadas a la preocupación por su deterioro fiscal y la expulsión de inmigrantes, se desarrollan en medio de un conflicto constante con opositores políticos y con gobiernos locales y estatales de oposición. Todo ello ha puesto a prueba el poder de la presidencia y la independencia de instituciones que se suponían autónomas.
Aun así, la economía estadounidense ha mostrado resiliencia. El consumo privado y la inversión han seguido creciendo gracias a condiciones financieras favorables, a la capacidad de adaptación de las empresas y al impulso de la cuantiosa inversión asociada a la inteligencia artificial. Sin embargo, comienzan a aparecer signos de debilitamiento: la creación de empleo se ha frenado y la confianza de consumidores y empresarios se deteriora. Aunque el consumo real sigue firme, la inversión privada no relacionada con la inteligencia artificial muestra debilidad, probablemente debido al aumento de los aranceles, a la mayor incertidumbre y al menor dinamismo global.
En contraste, en otras grandes economías los resultados son dispares. En la zona euro, la desaceleración ha sido algo menos severa de lo esperado, con un repunte industrial en Alemania impulsado por programas fiscales. China, en cambio, enfrenta un cuadro más complejo: la crisis inmobiliaria, el exceso de capacidad industrial, la elevada deuda de hogares y gobiernos locales, y ahora las alzas arancelarias de EE.UU. han debilitado el consumo, la inversión y la confianza. Aun así, la economía global se ha desacelerado menos de lo proyectado tras el shock arancelario de abril pasado.
Por su parte, la inflación ha retrocedido en la mayoría de los países avanzados, excepto en EE.UU., donde se mantiene sobre la meta y ha repuntado recientemente. El alza de aranceles encarece los bienes importados y aquellos que compiten con importaciones, dificultando la tarea de la Reserva Federal en materia inflacionaria. Frente a un mercado laboral que se debilita, la Fed redujo su tasa en septiembre, argumentando que los riesgos para el empleo se habían vuelto tan relevantes como los de inflación.
Las tensiones políticas, sin embargo, persisten. Trump ha intensificado sus ataques a la independencia de la Fed, presionando por recortes de tasas más agresivos. Una Fed percibida como complaciente podría desanclar expectativas, haciendo más difícil y costoso el control de la inflación.
En este contexto internacional desafiante, la economía chilena presenta una situación macroeconómica más ordenada, con un déficit de cuenta corriente sostenible y un PIB en torno a su nivel potencial. Sin embargo, la inflación se mantiene sobre la meta y repuntó en septiembre a 4,4% anual. En paralelo, la actividad muestra señales de debilidad: en el trimestre junio-agosto el Imacec ajustado por estacionalidad se contrajo a una tasa anualizada de 0,9% respecto al trimestre marzo-mayo. Desde el trimestre terminado en febrero de 2020 (prepandemia) hasta el concluido en agosto de este año, la actividad ha crecido a una tasa anualizada promedio de solo 2% anual, similar al crecimiento tendencial estimado.
En el plano fiscal, Chile acumula déficits estructurales en 16 de los últimos 18 años. La deuda pública bruta, que era 4% del PIB en 2007, terminaría en 42,3% del PIB a fines de este año, el mayor aumento entre los países con una calificación de riesgo similar en ese período. El mercado laboral ha mostrado cierta recuperación, aunque la tasa de desempleo de 8,6% sigue por encima del promedio histórico y aún faltan más de 280 mil empleos para recuperar los niveles prepandemia. Según el Banco Central, los aumentos de costos laborales derivados de la ley de 40 horas, el alza pronunciada del salario mínimo real y los avances tecnológicos han incidido en la menor creación de empleo.
Pese a los riesgos globales, hay factores que apoyan el crecimiento en Chile: las tasas largas han caído, el peso se ha apreciado, los términos de intercambio han mejorado. También han subido los precios de las acciones y se observa una recuperación parcial de la confianza de consumidores y empresarios. Las condiciones de oferta de crédito, además, se han vuelto más favorables. Aun así, los mayores aranceles de EE.UU., la incertidumbre internacional y la desaceleración de los principales socios comerciales limitarán la expansión mediante menores volúmenes exportados y precios de exportación.
Dado el bajo crecimiento tendencial y la elevada incertidumbre externa, es más urgente que nunca remover obstáculos internos al crecimiento. Como ilustra el documento "El Puente", la lista es larga: desde la complejidad regulatoria y la falta de certezas para invertir, pasando por la baja tasa de ahorro nacional, hasta el bajo crecimiento de la productividad y las dificultades para innovar. Recuperar el dinamismo requiere crear un ambiente más atractivo para el emprendimiento y la inversión, fortalecer el capital humano, elevar la productividad y reforzar la disciplina fiscal. Solo así podremos sostener la estabilidad macroeconómica, aumentar el crecimiento tendencial y fortalecer la capacidad de respuesta ante nuevos shocks , tanto externos como internos.
Recuperar el dinamismo requiere crear un ambiente más atractivo para el emprendimiento y la inversión, fortalecer el capital humano, elevar la productividad y reforzar la disciplina fiscal".
La Nación Argentina O Globo Brasil El Mercurio Chile
El Tiempo Colombia La Nación Costa Rica La Prensa Gráfica El Salvador
El Universal México El Comercio Perú El Nuevo Dia Puerto Rico
Listin Diario República
Dominicana
El País Uruguay El Nacional Venezuela