Domingo, 19 de Octubre de 2025

Luis Alberto Latorre: "Veo al músico como un ser integral"

ChileEl Mercurio, Chile 19 de octubre de 2025

Solista de la Orquesta Sinfónica Nacional de Chile y académico de Música UC, acaba de ingresar a la Academia Chilena de Bellas Artes, como miembro de número. "Hoy hay una gran cantidad de intérpretes a los que hay que darles la oportunidad de tocar", sostiene el pianista que ha logrado conciliar la música en vivo, la docencia y la gestión cultural.

Recibió el Premio Domingo Santa Cruz de la Academia Chilena de Bellas Artes en 2014 y, dos años más tarde, el Premio a la Música Nacional Presidente de la República. Junto con ello, en numerosas oportunidades sus presentaciones han sido reconocidas por el Círculo de Críticos de Arte. Con un semblante acogedor, generoso y lejano a los aspavientos, el pianista Luis Alberto Latorre (Santiago, 1959) habla de una carrera que -según sus pares y los melómanos- hoy lo sitúa como uno de los intérpretes del teclado más requeridos y persistentes en la vida musical de nuestro país.
Solista de la Orquesta Sinfónica Nacional de Chile, académico de Música UC e integrante del Ensamble Contemporáneo UC y del Dúo TALA junto a su pareja, Tamara Buttinghausen, él mismo ha estrenado varias piezas clave del siglo XX y del repertorio contemporáneo, como el Concierto para piano y orquesta, de Witold Lutoslawski, el de Arnold Schoenberg; la Sonata Concord, de Charles Ives, y Veinte miradas del Niño Jesús, de Olivier Messiaen.
Otro hito trascendental en su carrera musical ocurrió el lunes, en el Instituto de Chile. En la sede emplazada en Almirante Montt, Luis Alberto Latorre ingresó formalmente, como miembro de número, a la Academia Chilena de Bellas Artes. "Él estará ocupando el sillón 35, que pertenecía a la destacada pianista Elisa Alsina (1940), quien por motivos de salud tuvo que dar un paso a un costado", explica el compositor Andrés Maupoint, encargado de presentarlo de manera oficial. El académico de la Facultad de Artes de la Universidad de Chile afirma "me atrevería a decir que Latorre es uno de los pianistas más importantes a nivel nacional. Es una persona extremadamente sencilla y muy respetuoso del oficio pianístico. Estoy muy contento con su incorporación", acota Maupoint.
La ceremonia de ingreso fue íntima y participaron algunos colegas cercanos y amigos, como el compositor Andrés Alcalde, el pianista Alexandros Jusakos, la arpista Sofía Asunción Claro, el periodista y compositor Álvaro Gallegos y Diego Matte, director de la Biblioteca del Congreso (llamó la atención la ausencia de las autoridades de Música UC y de la Orquesta Sinfónica Nacional de Chile). Luis Alberto Latorre leyó un breve discurso bajo el nombre "Qué es ser un pianista en Chile hoy en día" e interpretó tres tonadas del creador nacional Pedro Humberto Allende (1885-1959), del ciclo "Doce tonadas de carácter popular chileno".
Su lucha por la educación
En conversación con "Artes y Letras", el nuevo integrante de la Academia Chilena de Bellas Artes rememora de manera risueña que en sexto básico ingresó al Colegio Hispanoamericano (de los Padres Escolapios). "Fue una época muy especial, con amigos y profesores muy entretenidos a quienes les gustaba la música y la cultura".
Desde muy niño comenzó con clases particulares de piano y luego ingresó al Conservatorio Nacional de Música, con la profesora Inés Santander, quien a su vez "fue alumna de Rosita Renard, nada menos. Ella me hablaba mucho de esta gran pianista y yo iba a su casa y escuchaba los discos de Rosita. Después me cambié a Margarita Herrera, terminé mis estudios en la Universidad de Chile y luego seguí la formación en la Universidad de Indiana Bloomington (Estados Unidos) y Europa", dice Luis Alberto Latorre. De Margarita Herrera reconoce que fue una maestra fundamental. "Me enseñó que más que las notas, lo más importante es el ritmo, el carácter y el espíritu de la música. Lo otro que me impactó mucho fue la pasión infinita de su vocación de profesora. Eso me marcó hasta el día de hoy, sobre todo cuando doy clases de música de cámara y piano contemporáneo en la Universidad Católica. Creo tener esa paciencia y ese dinamismo para contener al alumno".
Para este intérprete, la educación es un asunto primordial. "Uno escucha los discursos de los candidatos presidenciales que hablan de subir el sueldo mínimo o de fortalecer el Estado, pero la cultura y la educación para mí es la base de la sociedad. Uno va a Polonia, por ejemplo, y te das cuenta de que el aeropuerto se llama Frédéric Chopin y todo el país funciona en torno a este compositor y sus escritores. Esa radicalidad de la cultura y de la educación no se puede perder en Chile".
Sobre sus referentes, de inmediato cita a Claudio Arrau (1903-1991) y recuerda que durante horas solía escuchar sus discos, "hasta tal punto que yo sentía que él me enseñaba a través de sus grabaciones y una de las cosas bonitas al escucharlo es que sentía que era posible tocar esas obras. Arrau ha estado muy presente en mi carrera. En 1984, en Chile, en el entonces Salón Filarmónico del Teatro Municipal, estuve con él. !Maravilloso¡". Otros pianistas y músicos relevantes son Glenn Gould (1932-1982), Dinu Lipatti (1917-1950) y el chileno Cirilo Vila (1937-2015), Premio Nacional de Artes Musicales 2004. "Todos ellos te van formando y armando el ambiente como pianista", sostiene Luis Alberto Latorre, quien también tiene a su cargo la organización del Ciclo de piano del Teatro de la Universidad de Chile y que actualmente está en su octava edición.
"Yo veo al músico como un ser integral, que hace clases, que comenta, que reflexiona, que escucha y analiza. Un artista holístico y por eso me involucré en este ciclo de piano que el próximo año se trasladará a la gran sala de Vicuña Mackenna 20", expresa.
-Usted ingresó a Medicina en la Universidad de Chile y estuvo cuatro años en la carrera. ¿Qué lo llevó a optar por la música?
"Pecado de juventud (risas). Yo salí del colegio y postulé a Bioquímica, donde estuve un año y luego me cambié a Medicina. Me gustaba mucho la Medicina. Aprendí de patología y de fisiología y creo que toda la composición musical es una proyección de la biología humana: la fragmentación de la célula, por ejemplo, es la fragmentación de los motivos musicales. En mi discurso de ingreso a la Academia Chilena de Bellas Artes hablé de la Medicina como comprensión fragmentaria de un total a la vez indivisible. El cuerpo, organismo vivo y binario, que trasluce su devenir rítmico. Durante cuatro años seguí de manera paralela música y Medicina, hasta que no se pudo más y continué solo con el piano".
-En 2014, escogió el piano Steinway & Sons del Centro de Extensión Cultural de la Universidad de Chile. ¿Cómo ve el estado de los pianos en nuestro país?
"En general no hay buenos. En el caso específico de la Sinfónica, fui especialmente a Hamburgo (Alemania) y lo escogí. Frutillar y el Teatro Municipal de Santiago tienen muy buenos ejemplares, pero si hacemos una mirada más global, aún son muy pocos y ese es un problema cuando uno tiene que ir a tocar a regiones. Faltan y volvemos al tema de la cultura y la educación, muchas instituciones no invierten en buenos instrumentos porque encuentran que es mucha plata".
Luis Alberto Latorre concluye que el piano ha sido un instrumento muy importante en la tradición cultural chilena y "para qué hablar de los grandes pianistas que han venido a Chile. A la gente le encanta su sonido y el repertorio. Hoy hay una gran cantidad de intérpretes a los que hay que darles la oportunidad de tocar, pianistas jóvenes que no se conocen mucho. Para mí, el principal aporte del ciclo que organizo en el Teatro de la Universidad de Chile es que está dedicado a los grandes pianistas chilenos y que no tienen posibilidades de mostrar su talento".
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