Viernes, 31 de Octubre de 2025

Milei, ante el desafío de probar que esta vez será distinto

ArgentinaLa Nación, Argentina 30 de octubre de 2025

El sorpresivo saludo entre Javier Milei y Jorge Macri ¿Por qué esta vez será distinto? Es la pregunta que se hace la mayoría de los inversores que, desde que asumió Javier Milei, empezaron a mirar a la Argentina con interés

El sorpresivo saludo entre Javier Milei y Jorge Macri



¿Por qué esta vez será distinto? Es la pregunta que se hace la mayoría de los inversores que, desde que asumió Javier Milei, empezaron a mirar a la Argentina con interés. El contundente triunfo electoral del domingo le permite a muchos de ellos mantener viva la esperanza de que, eventualmente, la Argentina terminará saliendo de años de estancamiento . Para el Gobierno, ahora el desafío es mayúsculo. Ya no sólo es cuestión de estabilizar la economía, sino de construir las bases para que pueda despegar. El Ministerio de Economía pasó de solo hablar de la inflación a hablar de atraer inversiones.

"Es distinto de la ‘lluvia de inversiones’ de Macri", se ocupó de aclarar Luis Caputo, quien recibió el martes 21, justo en la semana previa a las elecciones, a una decena de representantes de distintas industrias en el Palacio de Hacienda. Según les dijo el ministro, que por entonces estaba intentando capear la crisis cambiaria -mayor incluso a la que habían previsto, confesó-, la idea es establecer las condiciones para que lleguen inversiones en las industrias en las que la Argentina es más competitiva, como gas y petróleo, energía y minería, además de la industria del conocimiento y del campo . Hay en gateras, estimó, más de US$ 100.000 millones, y no sólo en el Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones (RIGI). El interés en la Argentina, dijo, es superior al que hubo en otros momentos y todo en el marco de un apoyo de los Estados Unidos que todavía el sector privado no termina de dimensionar.

Es por eso que, en los próximos meses, el foco del Gobierno estará, en gran medida, puesto en demostrarle al mundo que puede implementar reformas de largo plazo que modernicen la economía, pero también, en el plano financiero, hacer bajar con fuerza al riesgo país. No hay inversión si no hay crédito y la Argentina todavía no tiene crédito en el mundo a estas tasas de interés.

El equipo de Caputo trabaja en varios frentes. En el plano comercial, el acuerdo con los Estados Unidos es prácticamente un hecho . La demora del anuncio, aseguran quienes están al tanto de las negociaciones, se debe más bien a una cuestión de la política interna norteamericana que a otra cosa. Ya con el triunfo de Milei el 26 de octubre, y con el Tesoro de los Estados Unidos habiéndose embolsado unos cuantos millones de dólares con sus intervenciones en el mercado cambiario argentino, los argumentos en contra que pudieran surgir de la oposición demócrata son más débiles. El acuerdo, entre otras cosas, vendrá con sorpresas positivas para varias industrias (rebaja de aranceles), pero obligará a otras a repensar sus estrategias de negocio. Es el caso de la industria farmacéutica. El acuerdo, que ya cuenta con el visto bueno de los gobiernos argentino y norteamericano, tiene un capítulo específico dedicado a la protección de la propiedad intelectual y contempla básicamente plazos específicos para que el país avance en tres cuestiones claves: la protección de datos de los estudios clínicos, una revisión de los criterios de patentabilidad y la sanción de un nuevo Tratado de Cooperación de Patentes (hay una ley de 1992 que tiene media sanción del Congreso, pero que nunca avanzó más allá). Es un tema siempre polémico en la Argentina, pero que figura al tope de los reclamos de las compañías norteamericanas. Vertex Pharmaceuticals, por caso, acaba de registrarse en los Estados Unidos para hacer lobby por patentes, dice, específicamente en la Argentina y Rusia.

La idea es que, con Pablo Quirno de canciller, la política exterior argentina tenga un enfoque especialmente comercial. La Argentina saldrá a venderse al mundo. Para eso, cerca de Quirno estarían pensando en posibles incorporaciones como las de Horacio Reyser y Marisa Bircher, ex secretario de Relaciones Económicas Internacionales y ex secretaria de Comercio macristas, respectivamente. Ambos tienen una fuerte llegada al sector privado.

Pero Milei necesitará de los gobernadores para ser exitoso en la tarea de captar inversiones. No solo deberá sentarse a negociar con ellos el presupuesto 2026, para empezar, o las nuevas leyes laborales y de reforma tributaria, que aspira a poder tratar cuanto antes. Conseguir que bajen las alícuotas de Ingresos Brutos, impuesto distorsivo, si los hay, será una tarea ciclópea. Tanto como su posible reemplazo por un "súper IVA". Pero existen muchos otros frentes que exigirán negociaciones igualmente estratégicas.

Muchas provincias están encontrando en actividades como la minera, la posibilidad de hacerse de recursos que nunca antes hubieran imaginado obtener. Pero no necesariamente lo están haciendo con las herramientas amigables. Santa Cruz, por caso, acaba de sacar una ley para que el 90% del empleo minero se cubra con residentes de la provincia. Una norma con un fin loable, pero inconsistente con las leyes del mercado. Díficil pensar que la provincia tenga el personal y los proveedores calificados para cubrir tantas tareas. El gobernador Claudio Vidal, sin embargo, se ocupó de mostrarse frente a las cámaras de los canales de televisión locales, controlando uno por uno los ingresos de los trabajadores a las minas. Nunca los controles soviéticos sirvieron para atraer inversiones.

En Santa Cruz hay cinco proyectos mineros en marcha: Cerro Vanguardia (de AngloGoldAshanti), Cerro Negro (Newmont), Cerro Moro (Panamerican Silver), Minera Santa Cruz (Hoschild) y Minera Don Nicolás (Cerrado Gold). La Argentina es tierra fértil de recursos estratégicos, pero que solamente son atractivos si las leyes de mercado se cumplen.

En el equipo del ministro Federico Sturzenegger trabajan, en tanto, en otra batería de normas desreguladoras que consideran fundamentales. Algunas dependerán del Congreso, como la nueva ley de glaciares que ya está redactada -clave para que terminen de avanzar los proyectos mineros de cobre-, mientras que otras podrían anunciarse sin tanta negociación, como la idea de eliminar el monopolio de los entes hoy exclusivamente autorizados para aplicar la vacuna de la aftosa en todo el país .

Ya el lunes, con el resultado electoral sobre la mesa, había mucho más movimiento en las oficinas de bancos y estudios de abogados especializados en fusiones y adquisiciones. Algunas operaciones se reactivaron inmediatamente, en otras, prima el wait and see [esperar y ver]. La estrategia electoral del Gobierno habrá funcionado, con gran parte del país pintado de violeta, pero el baile no fue gratis. Entre las transacciones que avanzan se encuentra la venta de Raizen, la empresa dueña de la refinería de Dock Sud y las 700 estaciones de servicio que hoy operan con la marca Shell. El 11 de noviembre es la fecha límite para presentar las ofertas definitivas. Los dos interesados más firmes serían la holandesa Vitol y la suiza Mercuria.

En materia financiera, después de meses de escasez, al Gobierno lo esperan meses de bonanza. Ya esta semana arrancó con un proceso de normalización del mercado de pesos. La idea es que las tasas vuelvan a niveles que habiliten la reactivación del crédito privado. La compra de reservas sería por ahora paulatina. Esta semana, el Tesoro sumó apenas US$7 millones: compró US$87 millones directamente del Santander, pero luego vendió otros US$80 millones vía el Nación.

La oferta de dólares para lo que resta del año, sin embargo, estaría garantizada. Más allá de las divisas que lleguen por la cosecha récord de trigo y girasol, por el swap del Tesoro de los Estados Unidos con el Banco Central, o por la renovación del carry trade (inversores que entran dólares para posicionarse en activos en pesos para aprovechar las altas tasas) hay más de una decena de empresas y provincias que piensan emitir deuda o acciones en el exterior, con las que también generarán dólares. Esta semana, Tecpetrol emitió exitosamente bonos por US$750 millones, se le sumarán en estas semanas YPF, CGC, TGS, PAE, Telecom y Genneia, y provincias como Neuquén y Santa Fe, y la Ciudad de Buenos Aires. Bancos como el Supervielle, en tanto, estarían pensando en una emisión de acciones internacional. "Hay en gateras operaciones, mínimo, por US$5000 millones", confiaron en una entidad.

Aunque tal vez la transacción que suscite más atención del mercado sea el préstamo de US$20.000 millones que, gracias al impulso de los Estados UNidos, la Argentina recibiría para recomprar deuda. Según confiaron las fuentes, la operación todavía está en una etapa "embrionaria", pero tanto el BID como el Banco Mundial estarían dispuestos a participar aportando garantías, para que la tasa del préstamo que coordina JP Morgan sea más baja. La operación sería fundamental para terminar de planchar el riesgo país, que desde el lunes prácticamente ha bajado a la mitad (aunque sigue alto, en torno de los 650 puntos). Tal vez el momento del anuncio del préstamo sea el propicio para terminar de plantear un nuevo regimen cambiario sin si quiera pensar en sobresaltos en el tipo de cambio. En el FMI siguen creyendo que las bandas de flotación son una medida provisoria. Se vienen semanas de grandes anuncios. Son tiempos de oportunidad para un Gobierno que, por ahora, vuelve a tener la suerte de su lado.
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