Repensar la forma de dirigir
			
			Con la llegada de noviembre, el calendario no solo marca el cierre de un año, sino también el inicio de una etapa de definiciones
			
				Con la llegada de noviembre, el calendario no solo marca el cierre de un año, sino también el inicio de una etapa de definiciones. En el mundo empresarial, este mes suele ser un punto de inflexión: se revisan los avances de la estrategia, se afinan presupuestos y, sobre todo, se proyectan escenarios. Esta vez, el análisis viene teñido de una dosis especial de incertidumbre. Las próximas elecciones presidenciales y parlamentarias delinearán el marco político y económico del país por los siguientes años, y los directorios ya observan con atención qué vendrá después.
Sin embargo, más allá del panorama político, hay algo que parece incuestionable: Chile necesita volver a crecer, y hacerlo de manera sostenida. Según el último estudio del Instituto de Directores de Chile, el 52% de los directores identifica como prioridad para los próximos años "impulsar la innovación y la productividad". Muy por detrás aparecen la transformación digital (13,5%) y la inversión sostenible (12,6%). La brecha es clara: los directorios entienden que, para lograr el anhelado crecimiento, se requiere una mejora sustancial en la eficiencia y la adopción de nuevas tecnologías.
Pero el desafío no termina ahí. El mismo estudio revela que, para los directores, las principales palancas de cambio para activar el crecimiento son la "visión estratégica de largo plazo" y la "flexibilidad y adaptabilidad". Esto evidencia que, para capitalizar las oportunidades y enfrentar los obstáculos que se presentan en el camino, la visión y la estrategia deben ir de la mano con la agilidad organizacional. Dicho de otro modo, no basta con definir hacia dónde se quiere ir; también es necesario contar con la capacidad y la velocidad para ajustar el rumbo cuando el entorno lo exige.
En un mundo en permanente transformación, los directorios están llamados a ejercer un liderazgo más dinámico, estratégico y transformador. Hoy se requiere una nueva forma de gobernar las organizaciones: una que combine propósito, innovación y sostenibilidad, sin perder de vista la rentabilidad y la competitividad. Liderar el crecimiento en este contexto implica repensar la forma de dirigir. Los directorios deben ser catalizadores del cambio, impulsando culturas organizacionales más abiertas al aprendizaje y a la experimentación, promoviendo la adopción de tecnologías emergentes y fortaleciendo la colaboración entre distintas generaciones y disciplinas.
Chile enfrenta el desafío de recuperar su ritmo de crecimiento en medio de un entorno global más incierto y competitivo. Para lograrlo, será esencial que las empresas y sus líderes no solo busquen adaptarse, sino que asuman un rol activo en la transformación.