Martes, 18 de Noviembre de 2025

Participación alcanzó un 85%: Más de 13 millones de personas concurrieron a las urnas

ChileEl Mercurio, Chile 17 de noviembre de 2025

Tal como se esperaba, el voto obligatorio con inscripción automática elevó en más de 6 millones los electores, en comparación con la primera vuelta de 2021.

Largas filas, en medio de una máxima de 29 grados en la capital, fueron la tónica del día de la primera elección presidencial y parlamentaria con voto obligatorio e inscripción automática.
Anoche, con el 99,95% de las mesas escrutadas, el Servicio Electoral (Servel) informó una participación de 13.470.097 personas, lo que equivale a un 85,37% de los habilitados para sufragar según el padrón electoral.
El proceso eleccionario de ayer se llevó a cabo con un padrón compuesto por 15.779.102 personas habilitadas para ejercer su derecho a voto.
De este universo, 15.618.167 electores estaban habilitados para sufragar en territorio nacional, mientras que 160.935 chilenos se encontraban autorizados para votar en el exterior. Al considerar la división por género, el padrón muestra una leve mayoría femenina, con 8.083.768 mujeres habilitadas, frente a 7.695.334 hombres.
Un segmento del cuerpo electoral lo componen los 885.940 extranjeros que contaban con derecho a voto. Por otra parte, 302.722 personas se encontraban inhabilitadas para sufragar de manera definitiva, quedando fuera del padrón en esta elección.
Un elemento central del análisis de la jornada fue la implementación del actual sistema de voto obligatorio y registro electoral automático. Esta discusión se reactivó tras la baja participación registrada en el plebiscito de entrada de 2020, el cual solo alcanzó un 50,9% de concurrencia a las urnas.
La participación en las elecciones presidenciales de 2021 también fue más baja, con 7,1 millones de votantes en la primera vuelta (47,3%) y 8,3 millones en la segunda vuelta entre Boric y Kast (55,6%).
Anteriormente, en la presidencial de 2017 la participación entre primera y segunda vuelta (Piñera y Guillier) se mantuvo similar (46% y 49% respectivamente); mientras que en la elección de 2013 bajó entre la primera vuelta (49,35%) y la segunda vuelta (Matthei y Bachelet) a 41,98%.
El sistema actual se estrenó formalmente en el plebiscito de salida de 2022, logrando elevar la participación a un 85% del padrón habilitado, una proporción que, según registros previos, se ha mantenido en los procesos electorales subsiguientes (ver infografía).
Para Marco Moreno, director del Centro Democracia y Opinión Pública de la U. Central, "con una participación que bordea el 85%, esta elección confirma que el voto obligatorio con inscripción automática volvió a instalar la masividad como norma. La amenaza de multa tuvo un efecto disciplinador evidente, aunque no necesariamente expresa mayor involucramiento político".
Según Loreto Cox, profesora de la Escuela de Gobierno UC e investigadora sobre participación electoral, la de ayer fue una "participación alta, consistente con un voto obligatorio que está siendo efectivo".
A su juicio, el voto obligatorio con inscripción automática "influyó fuertemente. Antes de eso, la participación, como mucho, superaba apenas la mitad de los inscritos en las elecciones que más interés generaban, y en las que menos, llegaba apenas a un tercio. El cambio es notorio".
Y esto, sostiene, significa mayor legitimidad del proceso. "En los últimos gobiernos ha sido frecuente oír la crítica de que el presidente fue electo con una fracción muy menor del total de ciudadanos, debido a la baja participación. Ese argumento ya no será válido. Dicho eso, la política está muy deslegitimada y se requerirían más medidas y más de fondo para terminar de legitimarla. Por de pronto, la alta fragmentación del sistema político se está traduciendo en que los candidatos que pasan a segunda vuelta lo hacen con menos del 30% de los votos, lo que no garantiza una buena base de apoyo. Como referencia, Piñera 2 lo hizo con 36,6% y Bachelet 2 con 46,7%".
En tanto, Roberto Munita, académico de la Uandes y Unab, recalca que "sin duda el 85% de personas que llegaron a la urna es fruto del voto obligatorio con inscripción automática. Sin ir más lejos, en la última presidencial del pasado 2021, que fue con voto voluntario, votaron un poco más de 7 millones de personas y ahora en cambio estarían votando cerca de 13 millones. Se ve que hay 6 millones más de electores y esto no se debe a la nueva oferta de candidatos ni a una mayor educación cívica repentina en los últimos años, sino que se debe exclusivamente al voto obligatorio y a la multa".
Nulos y blancos se triplican
En la jornada de ayer, la cantidad de votos nulos y blancos también fue objeto de escrutinio, alcanzando un 3,74%, que suman poco más de 500 mil sufragios.
Esta cifra es tres veces mayor que el 1,21% que alcanzaron los nulos y blancos en la primera vuelta de 2021.
"Los nulos y blancos aumentan respecto de la primera vuelta de 2021, en más de tres veces, pero esto era esperable por el voto obligatorio: este obliga a votar a grandes masas de la población que están poco interesadas y poco informadas en política, y que tienen sus posiciones menos claras, y por ello invalidan su voto en mayor medida. Aun así, sigue siendo un número bajo, mucho más bajo que el observado en las municipales del año pasado. Seguramente los nulos y blancos serán mayores en las parlamentarias, una elección donde es más difícil formarse una opinión que en la presidencial", dice Loreto Cox.
Según datos del Servel, esta es la tercera elección con mayor porcentaje de nulos y blancos, precedida por la presidencial de 1993 donde resultó ganador Eduardo Frei Ruiz-Tagle (5,52%) y la primera vuelta de 2009 (3,95%) en la que pasaron Piñera y Frei.
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