Miércoles, 26 de Noviembre de 2025

Son pareja, crearon una historia en la servilleta de un bar y hoy venden millones de libros en todo el mundo

UruguayEl País, Uruguay 26 de noviembre de 2025

Juan Gómez-Jurado y Bárbara Montes, responsables de la saga "Amanda Black" cuentan la exigencia de escribir para pequeños lectores, el universo "Reina roja" y las próximas adaptaciones a plataformas.

La saga juvenil Amanda Black lleva cuatro años en librerías, 13 libros publicados, más de un millón ejemplares vendidos y se expande por el mundo. Por este motivo sus autores, Juan Gómez-Jurado y Bárbara Montes, llegaron por primera vez a Uruguay para conocer a sus lectores en un evento organizado por la editorial Penguin.

Sentados en las oficinas de la editorial, la dupla comenta que están muy contentos. Para Gómez-Jurado, además, se trata de un regreso para quitarse un mal trago anterior. "Fue mi primera firma de libros en Argentina, hace muchos años. Fueron trece horas de vuelo para encontrarme con seis lectores y volverme al día siguiente", dice el también autor de la saga Reina roja que se convirtió en un éxito literario con más de seis millones de ejemplares vendidos. "Encima viajé en el asiento del medio entre dos luchadores de sumo", añade, exagerando la experiencia. Esta vez, el panorama es otro: salas llenas, lectores jóvenes y adultos, y la consagración de una saga juvenil que nació, literalmente, en la servilleta de un bar.


La historia de Gómez-Jurado y Montes parece de novela. Vivían en el mismo barrio, iban a colegios frente a frente y compartieron las mismas lecturas fundacionales: Roald Dahl, Michael Ende, Tolkien y, de grandes, Stephen King, aunque se conocieron ya siendo adultos. Por eso, la saga juvenil está marcada por esos autores: "Queríamos recrear esa sensación que teníamos de niños", explica Gómez-Jurado.

Para él, un momento lo definió como lector y tal vez como escritor: la noche en que, leyendo La isla del tesoro, lo mandaron a apagar la luz justo cuando Jim Hawkins escuchaba un complot dentro de un barril de manzanas. "Me quedé en vela toda la noche esperando qué pasaba. Ese tipo de emoción queríamos capturar".


El germen de una saga exitosa
La saga Amanda Black nació durante una comida con sus editores. Sentados en un bar empezaron a esbozar ideas en una servilleta, que hoy libros se leen en español, polaco, italiano, alemán, francés, portugués, turco, griego y ucraniano. También asoma, tímidamente, un proyecto audiovisual del que no pueden decir "absolutamente nada". Y agregan que Montes (como pasó con Gómez-Jurado con la serie Reina roja disponible en Prime Video) será productora ejecutiva del proyecto que, por el momento, no tiene plataforma anunciada.

Si bien figuran los dos en la portada, el proceso de escritura, sorprendentemente, no es a cuatro manos. "Ella hace el 98% del trabajo", bromea. Ambos se reúnen, hacen el esquema de la historia "en una pizarra súper moderna que él tiene en su estudio y le encanta usar", dice Montes, y ella luego desarrolla la investigación, la trama y la escritura. Gómez-Jurado suma chistes, revisa y opina, pero la arquitectura del texto es de ella.

"En las autorías conjuntas siempre hay una persona que hace el trabajo", bromean, como si se tratara de un trabajo para el colegio. Por eso, el universo de Amanda y Eric, su compañero de aventuras, está cuidadosamente diseñado: hay aventuras, misterio, humor y una búsqueda expresa por respetar la inteligencia del lector.

Y para Montes, que Amanda sea una chica no es militancia: es justicia literaria. "Las mujeres también viven aventuras. En muchos de los libros que leíamos de jóvenes, las mujeres directamente no existían", señala.

La sorpresa vino una vez que los libros llegaron a las librerías; pese a tener una protagonista mujer, la proporción de lectores es mitad y mitad. "Pensábamos que iba a ser una saga muy leída por niñas, pero durante las firmas se demuestra lo contrario", cuentan.


Opuestos que se atraen
La dinámica entre ambos también explica, en parte, la naturaleza de estos personajes. Montes acumula tres carreras universitarias, habla tres idiomas, bucea a 40 metros, tiene licencia como piloto de aviones de acrobacias y tiene cursos de manejo extremo en la nieve. Gómez-Jurado, en cambio, se autodefine así: "Yo he pilotado la silla de mi escritorio, porque no tengo licencia de conducir".

Tal vez por eso, la elección de Amanda como heroína parece obvia después de todo. Incluso en su casa ocurre lo mismo. Durante una cena, él les preguntó a sus hijos (producto de una relación anterior) con quién se irían si llegaba el apocalipsis zombi. Ambos respondieron "con Bárbara", sin dudarlo.

"Me dolió, pero lo entendí", ríe el escritor que suma más de seis millones de libros vendidos con su saga Reina roja.

https://www.youtube.com/watch?v=bH1g07mBHGw
Lectores inteligentes
Una de las batallas personales de Montes es combatir la infantilización en la literatura. "No voy a tratar a un niño como si fuese tonto. Un niño puede entender cualquier concepto si se lo explicás con las palabras correctas. Si no lo entiende, el problema es que tu no sabes explicarlo", remarca.

Claro que cuando él escribe sus novelas para adultos, el proceso es otro. Es matemática pura: cronologías perfectamente diseñadas, pistas que encajan como engranajes de un puzzle y personajes con profundidad. Antes de llegar a las manos de Montes su lectora final y la más exigente el texto pasa por editores, un par de amigos que son sus lectores de confianza y decenas de revisiones.

"Una novela mía lleva unas 50 correcciones", dice Gómez Jurado. Cambia frases hasta el último minuto, incluso con la imprenta esperando. "Me importa mucho cómo se distribuye la información en la página", dice, mostrando su obsesión por la experiencia del lector. "A veces una sorpresa necesita estar del lado impar para que el lector la vea al dar vuelta la hoja. Cambio cosas hasta la madrugada, con lo que también cometo errores nuevos a último momento", admite. Por eso cada vez que termina un libro, le envía un ramo de flores a su editora técnica: "Para pedirle perdón", comenta.

https://www.youtube.com/watch?v=J_0xQg6phYY
Pese a los métodos distintos y al choque entre "ideas locas" de él e "ingeniería narrativa" de ella, ambos coinciden en lo esencial: la experiencia lectora es lo importante. "Cuando Bárbara crea un libro para niños, lo único que le importa es que el lector se lo pase bien. Y cuando yo escribo para adultos, también", dice Gómez-Jurado.

En ese punto, los mundos de estos dos escritores, fanáticos de Star Wars (ella le regaló el sable de Darth Vader y tienen un pequeño Grogu en el living de su casa) se tocan. Y Amanda Black, con su mezcla de aventura clásica, misterios varios y personajes que hablan de igual a igual a sus lectores, parece ser el resultado natural de esa unión.

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