San Marcos y Concepción dan un paso a Primera
Pese a que jugó 60' con uno menos, el equipo ariqueño venció 2-1 a Cobreloa. En Collao, los lilas ganaron con otro gol de Joaquín Larrivey.
Aunque la llave contra Cobreloa por el paso a la final de la liguilla del ascenso se defina en Calama, en Arica abunda la esperanza de que el equipo logre el anhelado regreso a la división mayor luego de una década de extrañamiento.
Los "Bravos del Morro" son justamente eso: bravos en la marca, en el choque, en dinamitar la construcción enemiga. También en la vergüenza y en la pachorra. Rangers lo padeció en la ronda anterior y Cobreloa en la actual.
Fue intensa la lucha en el Carlos Dittborn, ante los 5 mil 500 espectadores que asistieron el mundialista ariqueño. Y nadie se arrepintió, porque el encuentro, amén de las consideraciones más técnicas y estilísticas, finalmente tuvo lo que se espera ver en instancias definitorias: mucha lucha, competencia, pundonor y harta emoción.
Eso, hasta que el partido entró en una espiral insospechada: el juez Franco Jiménez le mostró dos tarjetas al ariqueño Matías Moya (38') por sendas entradas desmedidas sobre Gustavo Gotti.
Pero en la jugada siguiente, Tapia falló un despeje, se la regaló a Alfredo Ábalos y el delantero nacionalizado no perdonó la ganga para establecer el 1-0 a favor del elenco que jugaba con uno menos.
El café cargado en el camarín naranja funcionó: Gustavo Gotti capitalizó de maravilla un centro llovido, le ganó el quién vive a Augusto Barrios y desde fuera del área aplicó un cabezazo impresionante para empatar la cuenta.
Parecía que terminaba en tablas, pero faltaba lo mejor para el relato ariqueño: el juez expulsó al loíno Branco Provoste y en la jugada siguiente hubo mano de Heredia y penal que Ramón Fernández, en los descuentos, cambió por gol, abrazos y festejos que mantuvieron encendida una ilusión que lleva diez años esperando.
Siempre Larrivey
Con 20 mil personas en el Ester Roa, un público que hacía 14 años no se veía en Primera B, Deportes Concepción dio otro paso gigante a la División de Honor, merced a un triunfo por la cuenta mínima sobre Copiapó.
En un partido ágil, con alternativas en ambos pórticos y buenas intervenciones de los metas Nicolás Araya y Nelson Espinoza, lilas y atacameños brindaron un show a la altura.
Pudo pegar primero el anfitrión, que hirió por la banda diestra de la mano de Carlos Morales; pero el visitante reaccionó con la pegada de Franco Mazurek, que hizo trabajar al portero lila.
Pero quien lo resolvió fue el de siempre. Joaquín Larrivey, que convirtió un penal por una mano que advirtió el VAR tras un cabezazo del propio "Bati". Ventaja que administró bien maniatando a su rival, que pagó caro las ausencias por suspensión de sus figuras, partiendo por su artillero, Thomas Jones, quien regresará para el pleito de vuelta.
"Hay que ir a validar este resultado a Copiapó, en una cancha muy difícil, diferente a la que estamos acostumbrados. Enfrentamos a un rival muy difícil, que terminó segundo en la tabla, pero que perfectamente pudo ser campeón", razonó Larrivey.