Gabriel Turbay, reformista visionario
Beethoven Herrera Valencia
Bajo el título: "El presidente que no fue: La historia silenciada de Gabriel Turbay", la investigadora Olga Lucía González ha publicado con la Universidad de los Andes un libro que desmitifica las creencias existentes sobre Gabriel Turbay, candidato oficial del partido liberal derrotado en 1946 por la división con Jorge Eliécer Gaitán
Beethoven Herrera Valencia
Bajo el título: "El presidente que no fue: La historia silenciada de Gabriel Turbay", la investigadora Olga Lucía González ha publicado con la Universidad de los Andes un libro que desmitifica las creencias existentes sobre Gabriel Turbay, candidato oficial del partido liberal derrotado en 1946 por la división con Jorge Eliécer Gaitán. Turbay, médico santandereano, escaló altas posiciones en el Estado y pese a ser uno de los hombres más importantes de su generación, quedó sepultado en el olvido. Era hijo de inmigrantes libaneses y con sólo 32 años fue ministro de Gobierno de Olaya Herrera y más tarde Canciller de López Pumarejo. Como ministro de Gobierno, hizo reformas sustanciales para la pacificación y democratización de la vida política, como la creación de la cédula de ciudadanía. Adelantó reformas que buscaban asegurar el pluralismo político, como el establecimiento del cociente electoral para garantizar representación a la oposición. Además puso en marcha la Dirección de Intendencias y Comisarías y formuló un nuevo código de justicia. Defendió la separación entre la iglesia y el Estado pues Colombia era el único país del mundo donde la Iglesia decidía sobre los asuntos matrimoniales. Por todo ello propuso limitar la influencia de la iglesia en la política y renegociar el Concordato, reivindicando la tradición liberal defensora de la libertad de cultos. Turbay expidió el decreto 540 de 1934, que quitó a la Iglesia el monopolio sobre el registro civil trasladándolo a autoridades civiles. Y promulgó el decreto que permitía a las autoridades civiles abrir investigaciones contra instituciones religiosas en caso de presentarse asuntos graves. Por la acción de Turbay se logró el voto mayoritario del Congreso para reformar el Concordato pero López Pumarejo no la firmó pues no era partidario de llevar este tema al debate público. Gabriel Turbay fue nombrado embajador ante la Liga de las Naciones, propuso el reconocimiento de la URRS por Colombia y votó contra la invasión de Etiopía por Italia. Además proponía consolidar una organización internacional para frenar los impulsos fascistas en el mundo y ante la inoperancia de la Liga de las Naciones, propuso una organización internacional basada en principios de democracia, solidaridad y representación como requisito indispensable para la paz. Turbay tenía como propósito defender los principios liberales y democratizar las instituciones. Para ello proponía una reforma administrativa que organizara la justicia, cualificara la educación y realizar un programa de salud pública. Impulsaba la descentralización administrativa, la creación del Seguro Social y propuso una ley de superintendencias anónimas. Propuso una reforma constitucional para emancipar la justicia de la política: ninguna de esas iniciativas era acompañada por los líderes liberales o conservadores. Resulta claro que Turbay estaba separado de los poderosos porque ellos expresaban el mundo de los negocios en tanto que a él sólo lo motivaba el servicio público. ¡Ni siquiera tenía casa propia!
Profesor Emérito de la Universidad Nacional de Colombia y universidades Javeriana, Magdalena y Prime Business School.