Lunes, 29 de Diciembre de 2025

Los verdaderos problemas

UruguayEl País, Uruguay 29 de diciembre de 2025

Los puertos uruguayos enfrentarán una competencia cada vez más intensa de sus pares de la región.

La evolución del transporte marítimo desde el final de la Segunda Guerra Mundial tuvo dos grandes facetas. La primera es cuantitativa: la flota mercante mundial pasó de 84,6 mil toneladas de registro bruto en 1950, a 418,3 millones en el año 1990 y 1.557 millones en el 2022. La segunda, y más importante, es cualitativa. El importante desarrollo tecnológico en al construcción y operación naval y en la manipulación de las cargas aumenta continuamente la productividad del transporte marítimo. Un ejemplo es el caso del aumento del transporte intermodal.

Uruguay se incorporó relativamente tarde a ese proceso. El elemento clave que permitió esa incorporación fue la Ley de Puertos de 1992. Esta ha hecho posible las fuertes inversiones del sector privado en la infraestructura y servicios portuarios necesarios para adaptarse a los cambios en la tecnología y atraer y procesar el creciente movimiento de buques y cargas.

El impacto de la reforma es claro.

El movimiento total de mercaderías del puerto de Montevideo pasó de 1,2 millones de toneladas en el año 1990, a 3,6 millones en el 2000, y a 15,6 millones de toneladas en el 2024.

Lo mismo aconteció con el movimiento de buques. El tonelaje de registro bruto de los buques entrados al puerto de Montevideo pasó de 12,7 millones de toneladas en el año 1990, a 19,9 millones en el 2000, y 75,3 millones en el año 2024. En el caso del transporte intermodal, las llegadas de buques portacontenedores (escalas, en realidad) pasaron de 154 buques con un tonelaje total de 2,6 millones de toneladas de registro bruto en 1990, a 485 buques con 10,8 millones de toneladas en el 2000, y 643 buques y 42,5 millones de toneladas en el 2024. En el período enero-noviembre de este año, el movimiento fue de 539 buques entrados con un tonelaje de registro agregado de 35,5 millones de toneladas.

No solamente aumentó el movimiento total, también cambian las características de los buques. Por ejemplo, en 1990, los buques portacontenedores tenían un tonelaje promedio de 16.959 toneladas de registro. El año pasado su tonelaje promedio fue 66.07 toneladas. Los nuevos buques ofrecen la oportunidad de mayores economías de escala, pero requieren mayores inversiones de capital y tienen costos de operación totales más considerables.

Esa combinación de factores presenta desafíos para los puertos. Incluyendo que estos necesitan concentrar un creciente volumen de contenedores para hacer que las escalas de los modernos buques con capacidades de decenas de miles de teu sean rentables para los armadores.

Hasta ahora Montevideo ha logrado reunir un considerable volumen de contenedores gracias, en parte al desarrollo del movimiento de contenedores nacional y, un aspecto clave, exportando servicios a los demás países de la región. El movimiento de contenedores en tránsito y transbordo manejado por Montevideo pasó de 11.249 teu (17,5 % del movimiento total de contenedores) en el año 1990; a 319.048 teu (47,5 %) en el 2010 y 702.187 teu (62,3 %) en el 2023.

El año pasado ese tráfico disminuyó a 675.095 teu (60,5 %). En las próximas semanas tendremos los resultados completos del año que termina.

Los demás puertos de la región también juegan y todo indica que la competencia inter-portuaria en la región aumentará. Nadie nos regalará nada.
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