Jueves, 25 de Abril de 2024

León enjaulado

ChileEl Mercurio, Chile 16 de enero de 2022

El vivaz delantero declaró lo primero que tenía en el recuerdo y que antes había escuchado, pero ahora podía decirlo por él: "Me siento como león enjaulado"

El vivaz delantero declaró lo primero que tenía en el recuerdo y que antes había escuchado, pero ahora podía decirlo por él: "Me siento como león enjaulado".
Una frase que es expresión conocida, tópico antiguo y alimento predilecto del reino del fútbol: el lugar común. Rico, fácil, frecuente y un ingrediente básico de la dieta alimenticia.
La vívida sensación del jugador de marras fue la de un mamífero carnívoro de dos metros de largo, y de tres si contamos la cola, con un peso de 250 kilos, aproximadamente.
El rey de la selva africana y de las grandes sabanas y enormes herbazales, encerrado entre barras de acero y sobre un astillado piso de madera, para un espacio total de unos cinco metros cuadrados.
Eso es opresión, ahogo y angustia de querer salir, jugar y triunfar.
Prisión, mazmorra y grilletes, en vez de aire, espacio y libertad.
Ya no hay leones en jaulas, menos mal.
Antiguamente llegaban con los circos y antes de las funciones, por las mañanas y como atracción popular gratuita, se exhibían las jaulas con las fieras, donde los leones, la verdad, dormitaban inmóviles tirados por el suelo, de vez en cuando movían la cola para espantar moscas y bostezaban en vez de rugir, porque tantos años de infeliz cautiverio los habían convertido en animales somnolientos, cansados y aburridos.
Así que un león enjaulado no necesariamente es síntoma de energía contenida y fuerza cautiva, aunque es el mensaje que los futbolistas desean transmitir: que ellos son fibra, colmillo y músculo, hambrientos de triunfos, sedientos de gol y que alguien con criterio, por favor, rompa el candado y les abra la reja, para que puedan soltar su naturaleza y que vengan los zarpazos, gruñidos y la energía de la bestia.
Los jugadores se decantan por la analogía animal, siempre y cuando, por cierto, el felino en cuestión despierte imaginación positiva, aunque sean carnívoros y depredadores: león, tigre, pantera y también puma. Piezas mayores y eso sería, lo de gato montés o leopardo, podría ser, pero circunscrito a una medida, por ejemplo "lince", sí, siempre y cuando se refiera a la mirada hipersensible.
¿Animales herbívoros? Mejor que no, por lentos, pesados y pacíficos.
Hay que bajar de las ramas, porque animales hay muchos, así que mejor volver a la frase dicha por el delantero, ese lugar común: "Me siento como león enjaulado".
Efectivamente.
Rony Darío Martínez, delantero de la Real Sociedad de Honduras, se lesionó gravemente en un partido frente al Motagua, jugado en la ciudad de Tocoa, departamento de Colón.
Llevaba cinco meses de curaciones y ya estaba entrenando, poniéndose a punto, esperando entrar, marcar y ser figura, cuando le preguntaron lo clásico: "¿Rony: cómo estás?".
Rony Darío, que sigue siendo seleccionado de su país, respondió de inmediato: "Me siento como león enjaulado".
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