Denuncias de trabajadores extranjeros suben 6,4%: venezolanos, haitianos y peruanos las lideran

Con el objetivo de contribuir a disminuir barreras de información y relevar la diversidad laboral con perspectiva de género, entre otros factores, la Dirección del Trabajo (DT) publicó un informe estadístico con datos provenientes de sus registros administrativos, que contiene datos de denuncias de trabajadores extranjeros contra empleadores.
Los datos que se destacan en el documento son presentados con desagregación por sexo y hacen referencia al período comprendido entre el 1 de enero de 2021 y el 30 de noviembre de 2022.
En cuanto a la cantidad de denuncias interpuestas directamente por trabajadores ante la Dirección del Trabajo por vulneración a la normativa laboral, por nacionalidad, se destaca que los reclamos de chilenos llegaron a 35.681 (87,5%) y los de extranjeros suman 5.088 (12,5%). Estas últimas denuncias representan un alza de 6,4% respecto de las registradas en 2021 (ver gráfico).
El dato de "cantidad de denuncias" corresponde al conteo de identificadores únicos de la denuncia (ID de fiscalización o número de comisión), excluyendo las fiscalizaciones por programa y aquellas con estados: eliminada, derecho fundamental desistido, de baja o eliminada por error de ingreso, derivada a mediación. Se toma como referencia la fecha de origen (cuando se interpuso la denuncia).
Respecto de la proporción de denuncias interpuestas directamente por trabajadores ante el fiscalizador por vulneración a la ley laboral, por nacionalidad, se observa que la mayor parte de los reclamos son presentados por trabajadoras extranjeras con un 52,2% (2.654 denuncias), frente al 47,8% (2.434) de los hombres nacidos fuera de Chile.
En el caso de los trabajadores chilenos, los reclamos presentados por hombres llegaron a 45,6% y los de las mujeres, a 40,6%.
Sobre el número de denuncias interpuestas por empleados ante el fiscalizador laboral por nacionalidad extranjera, destaca que los venezolanos siguen encabezando el listado con 1.725. Les siguen los haitianos y peruanos con 630 y 564, respectivamente, y más atrás están colombianos, bolivianos y ecuatorianos (ver gráfico).
En materia de reclamos individuales, que corresponden a un tipo de consulta más genérica que una denuncia por normativa del trabajo, se detalla que los presentados extranjeros llegan a 16.003, mientras que los de los chilenos suman 89.840.
Respecto de denuncias presuntivas de acoso laboral, la DT informó que estas subieron en 2022 a 1.616, desde las 1.560 registradas en 2021. La mayor parte de estas acusaciones corresponde a trabajadores (80%) y le siguen tribunales, organizaciones sindicales, dirección regional e inspección de la DT.
En tanto, las materias fiscalizadas presuntivas de acoso sexual ascendieron a 862, desde las 611 de 2021.
Ocupación y desocupación extranjera
Según el Instituto Nacional de Estadísticas (INE), entre septiembre y noviembre de 2022 la estimación de la tasa de desocupación extranjera fue 8,3%, registrando un ascenso de 1,9 puntos porcentuales (pp) en doce meses, producto del alza de la fuerza de trabajo (1,8%) y de la reducción presentada por la población ocupada (-0,3%). Las personas desocupadas aumentaron 31,7%, incididas principalmente por quienes se encontraban cesantes (38,6%). Según sexo, la tasa de desocupación de mujeres se situó en 11,0% y la de hombres, en 6,2%.
En doce meses, la estimación del total de personas ocupadas disminuyó 0,3%, incidida exclusivamente por las mujeres ocupadas (-4,1%). Según sector económico, la contracción de la población ocupada fue influida por industria manufacturera (-3,2%) y alojamiento y servicio de comidas (-0,1%); en tanto, por categoría ocupacional, el descenso se observó en personas trabajadoras por cuenta propia (-21,1%). La tasa de ocupación informal alcanzó 29,1%, y no presentó variación en doce meses.
En doce meses, la tasa de participación se situó en 79,0%, creciendo 0,1 pp, mientras que la tasa de ocupación alcanzó 72,4%, decreciendo 1,4 pp en el período.
La tasa de desocupación masculina alcanzó un 6,2%, creciendo 0,4 pp en un año, a raíz del alza de 3,1% de la fuerza de trabajo, mayor que la de 2,7% registrada por los hombres ocupados.
Las tasas de participación y ocupación se situaron en 88,1% y 82,6%, creciendo 0,6 pp y 0,2 pp, en cada caso. Los hombres fuera de la fuerza de trabajo tuvieron una reducción de 2,4%. La tasa de desocupación femenina alcanzó 11%, aumentando 3,8 pp en el período, producto del ascenso de 0,1% de la fuerza de trabajo y del descenso de 4,1% registrado por las mujeres ocupadas.
Las tasas de participación y ocupación se situaron en 69,7% y 62,0%, retrocediendo 0,6 pp y 3,2 pp en cada caso. Las mujeres fuera de la fuerza de trabajo tuvieron un alza de 2,9%.
A partir del aumento de las personas desocupadas (31,7%) y del descenso de quienes se ocupan a tiempo parcial involuntario (-30,7%), la tasa combinada de desocupación y tiempo parcial involuntario se incrementó en 0,3 pp, situándose en 11,9%.
En doce meses, la fuerza de trabajo potencial, conocida como personas inactivas potencialmente activas, varió -13,8%, incidida principalmente por la disminución en las mujeres (-11,0%). La tasa combinada de desocupación y fuerza de trabajo potencial alcanzó 12,8%, con un incremento de 1,0 pp en el período. En los hombres se situó en 8,9% y en las mujeres, en 17,7%. La brecha de género fue 8,8 pp.