Desigualdad está sobre el mismo
nivel del siglo XX
Una lucha que ha requerido de múltiples esfuerzos de las autoridades regionales y nacionales a lo largo de la historia, es contra la pobreza y la desigualdad que vive el país desde sus orígenes, principalmente en las regiones, donde la falta de oportunidades empina la cuesta de quienes quieren una mejor vida
Una lucha que ha requerido de múltiples esfuerzos de las autoridades regionales y nacionales a lo largo de la historia, es contra la pobreza y la desigualdad que vive el país desde sus orígenes, principalmente en las regiones, donde la falta de oportunidades empina la cuesta de quienes quieren una mejor vida. Prueba de esto son las ayudas y transferencias económicas que el Estado ha creado, como Familias en Acción, Renta Ciudadana, devolución del IVA, Mi Casa Ya, Jóvenes a la U o Colombia Mayor, por mencionar algunas. Gracias a esto, cada año se focalizan millones de recursos hacia poblaciones vulnerables y se promueve el acceso a la educación y la salud, así como una vejez digna para los adultos mayores. Si bien esto ha generado una mejora respecto al comienzo de siglo y se ha reforzado con presencia institucional, esto parece no ser suficiente para erradicar las inequidades, tal y como lo confirma un reciente informe del Centro de Estudios Económicos Anif, donde se destaca que este problema, como se dice popularmente, no echa para adelante, ni para atrás. Los investigadores revisaron la evolución social del país en los últimos 33 años y encontraron que hay avances en alfabetismo y reducción de la pobreza monetaria, que ha caído en casi 25 puntos porcentuales en ese lapso, aunque dejan claro que hay desafíos vigentes. "En Colombia, desde la promulgación de la Constitución de 1991, se ha experimentado una transformación significativa en las políticas sociales, orientadas a garantizar derechos fundamentales y mejorar las condiciones de vida de la población. Esto priorizó la lucha contra la pobreza, la promoción de la educación y la reducción de la desigualdad", indicaron. Este análisis básicamente parte en dos su visión de la situación social de la Nación, comenzando por la pobreza monetaria, la cual calificó como uno de los indicadores más representativos del bienestar económico, argumentando que refleja las condiciones de vida de la población, los ingresos disponibles y la generación de empleo. Para Anif, este indicador es también el foco de muchas políticas públicas implementadas en Colombia durante las últimas décadas y reporta que que el 33% observado en 2023 contrasta con la que se tenía en 1991, que era del 57,9%, observándose así un descenso significativo que sin duda se interpreta como una mejor calidad de vida para muchos colombianos. "Esto significa una reducción de 24,9 puntos porcentuales (pp) en más de tres décadas. La reducción sostenida refleja en mayor medida los beneficios derivados de un crecimiento económico sostenido, al igual que avances en políticas sociales, como las transferencias condicionadas (por ejemplo, Familias en Acción). No obstante, el hecho de que aún el 33% de la población colombiana esté debajo de la línea de pobreza (establecida para 2023 en $435.375) representa un desafío urgente y crítico para el país", informaron. Por otra parte, también le dieron un vistazo a la tasa de analfabetismo, que mide el porcentaje de personas mayores de 15 años que no saben leer ni escribir y que desde su perspectiva "es otro de los indicadores sociales que ha mostrado una disminución constante y significativa en las últimas tres décadas". Anif revela que "en 1991, el analfabetismo afectaba al 11% de la población. Gracias a políticas educativas orientadas al aumento de la cobertura escolar primaria y secundaria, que hoy alcanza casi el 100%, este porcentaje alcanza tan solo el 4,8% en 2024. Así, se consolida una reducción de 6,2 puntos porcentuales". Frente a lo que no está tan bien o por lo menos no muestra avances importantes, desde Anif pusieron sobre la mesa que hay que trabajar más en materia de lucha contra las desigualdades y para justificar este argumento se centraron en el coeficiente de Gini. "En 1991, el Gini se encontraba en 0,53 y, a pesar de las fluctuaciones a lo largo de las décadas, para 2023 este indicador había aumentado ligeramente a 0,55. Esto evidencia que los beneficios del crecimiento económico y las mejoras en pobreza y educación no han sido suficientes para reducir la desigualdad", dijeron. Recordaron que factores como la concentración de riqueza y las brechas de productividad regional han contribuido a que la desigualdad siga siendo uno de los principales retos.