Gran Museo de Egipto: en cuenta regresiva para la esperada inauguración
"Este es el regalo que Egipto le deja al mundo, en el que se combina el pasado con el futuro", señala el director del GEM, Ahmed Gomein. Será el museo más grande del mundo dedicado a una civilización milenaria, que ha tomado ya20 dilatados años de construcción. El edificio con una sorprendente arquitectura en pleno desierto, con una ingeniería desafiante y la más avanzada tecnología, ha abierto ya 12 salas y espacios frente a las Pirámides de Guiza.
Un minimalista calendario digital en inglés y en lengua egipcia, en fondo negro, anuncia cada segundo, minuto y días que faltan para la tan esperada y retrasada inauguración del Gran Museo Egipcio (GEM): "El 1 de noviembre será la apertura oficial y el 4 de ese mes será para el público", aseguran desde el Ministerio de Turismo y Antigüedades de Egipto. Su arquitectura está lista, hay 12 salas y el hall principal en funciones y con cientos de visitas.
Será el museo más grande y espectacular dedicado solo a una civilización, la milenaria y avanzada del antiguo Egipto. Y conducirá a su historia con faraones y sus dinastías a través de obras monumentales, tesoros, momias y sarcófagos, que van desde el período predinástico hasta la era grecorromana de esa cultura. Con una puesta en escena donde la antigüedad dialoga con la arquitectura y la estética, junto a los avances tecnológicos, afirma el director del GEM, Ahmed Gomein.
"Este es el regalo que Egipto le deja al mundo, en el que se combina el pasado con el futuro", añade. Aunque la riqueza arqueológica encontrada hasta hoy -parte de la cual permanece en ciudades o valles- correspondería solo a un 30 por ciento de lo que faltaría por hallar en estas tierras del norte de África. En museos abiertos está una parte de lo que queda en el Valle de los Reyes, con sus tumbas, donde se encontró la de Tutankamón, bajo esos extraños montículos. El impresionante templo de Abu Simbel es otro testigo en terreno.
Lo económico, el traslado
Pero el GEM es el que más artefactos y tesoros reunirá y el único lugar donde podrá encontrarse piezas milenarias de faraones como el tesoro íntegro de Tutankamón, nunca ante expuesto en su totalidad. Es, para muchos, el museo más esperado del mundo. Pero también llevan más de 20 años de trabajo en ese complejo proyecto monumental. Y han anunciado más de tres o cuatro veces su apertura final.
"Los temas económicos y la enorme dificultad del traslado de piezas monumentales milenarias hasta aquí, unido a la pandemia, han ido retrasando todo", precisa el director del museo. En julio de este año fue la penúltima fecha fijada y luego se postergó. La situación en Gaza es por cierto un tema sensible en ello. Egipto es limítrofe, pero neutral. Y fue ahí donde se firmó la semana pasada parte de ese tratado incipiente de paz.
A pesar de todo, el museo ha abierto 12 salas y lugares emblemáticos, desde hace casi un año. Y lo han visitado científicos, arqueólogos, artistas y el público que llega con sus entradas previamente adquiridas. Hay filmaciones y reportajes de televisión europea en plataformas sobre el museo. Eso sí, a partir de la semana pasada se cerró totalmente, "para la preparación de la gran apertura que será entre el 1 y el 3 de noviembre, y el 4 para el público general", nos precisan por escrito desde El Cairo. Los detalles los mantienen en secreto y podrían variar. Se espera que acudan numerosas autoridades del mundo.
En un momento, hace más de dos años, las autoridades egipcias hablaron de estrenar en ese día una ópera dedicada a Tutankamón. Puede ser la gran sorpresa. Hay más certezas de que haya un gran desfile al estilo del Egipto antiguo como fue el fastuoso traslado de monumentos antiguos y artefactos desde el Museo Tahir a un museo más nuevo de la ciudad de El Cairo. Ahí tal vez sea con algunos tesoros de Tutankamón.
Escalinata con faraones
En tanto, en el interior del Gran Museo están ya montados gran parte de los impresionantes artefactos y monumentales esfinges y columnas del patrimonio milenario. Un hito de la nueva arquitectura es la escalinata que conduce al más allá, en la creencia de esa civilización. Por primera vez, se exhiben también momias y tumbas encontradas hace poco más de tres años. Y lo que pocos saben es que podrá verse un barco "solar" monumental.
"Este es un homenaje a la historia del antiguo Egipto. Aquí, esta civilización cobra vida", afirma el director del museo. El museo cuenta con un conjunto de 100 mil piezas, 50 mil nunca antes exhibidas. Su construcción e implementación ha sido una verdadera "epopeya". Pero necesaria, ya que el viejo Museo Tahir de El Cairo -por sus malas condiciones de conservación y estrechez de sus espacios- no da abasto para exhibir ni mantener tesoros como los de Tutankamón.
El desafiante proyecto de arquitectura del edificio del GEM es protagonizado por una pirámide translúcida que evoca la historia de Egipto, en sus 480 mil metros cuadrados de interior. Fue diseñado por la oficina irlandesa Heneghan, que ganó un concurso entre 1.500 proyectos presentados de 88 países. Por su parte, la compleja ingeniería -"el edificio casi no tiene columnas y no hay ángulos rectos", precisan- estuvo a cargo de la constructora Happold y Arup, los mismos que hicieron la Opera de Sídney. "El museo dialoga con la pureza geométrica de las pirámides de Guiza y crea un puente simbólico entre lo ancestral y lo contemporáneo", sostienen.
En las paredes del exterior hay dibujos de pequeñas pirámides y en sus iluminaciones nocturnas, tenues y sugerentes, resuena la necrópolis vecina. Su interior, que empieza con la monumental esfinge de Ramsés II, de 3.200 años de antigüedad, busca transmitir sobre la historia del antiguo Egipto el desarrollo del arte y la arquitectura; la ciencia y la ingeniería. "Esa rotunda esfinge -de más de 10 metros de altura y con 82 toneladas de peso- es una pieza muy querida por nosotros. Es un símbolo del poder y de la historia de Egipto. Ramsés II estuvo más de 60 años como faraón, entre 1279 y 1213 a.C.", subraya Ahmed Gomein. Fue el tercer rey de la dinastía XIX, durante un período de gran progreso y paz. Y realizó una de las más célebres obras de arquitectura, como es el templo de Abu Simbel, al sur de Egipto.
Pero "una joya nueva arquitectónica del museo", dice el director, es la impresionante escalinata de seis pisos, que representa un viaje en el tiempo por las dinastías y la antigüedad egipcia. "Invita a un recorrido por esa historia. Se inicia con imágenes reales de faraones; se sube luego a lo que eran los llamados talleres divinos; se pasa después por el área de dioses y reyes. Y termina en lo alto con la luz que ilumina el Camino a la Eternidad: la vista a las Pirámides de Guiza. Con 59 estatuas, se cuenta una gran historia que habla de cómo pensaban los egipcios", explica.
Se entrecruzan allí los tres grandes temas del museo: "La sociedad, la realeza y las creencias". En cada piso se profundiza en ellos. En la escalinata se encuentran también las "nueve estatuas sedentes" (sentadas), como la de Sesostris I, el coloso de granito rojo de Sti 1, una estatua del rey Hatshepsut", destacan arqueólogos. Y "hay colosos de deidades del antiguo Egipto, como Ptah y Sekhmet. Están los pilares y fastuosas columnas del templo funerario de Sahure, faraón de la V Dinastía". En el tramo final, decenas de sarcófagos culminan en el Gran Atrio.
Mientras que en las salas contiguas a las escalinatas hay desde manuscritos, sarcófagos, pelucas, momias, testimonios de la arquitectura de algunas necrópolis. Hay elementos más domésticos, como herramientas. En una de las grandes salas, muestran sarcófagos con una luz tenue y una atmósfera de intimidad y respeto, relata una de las curadoras encargadas, Jihane Nabil. Y hay salas inmersivas como la que proyecta la gran máscara de Tutankamón en 4D que dará la sensación de ir caminado dentro de un sueño egipcio", destaca un visitante.
"Tut", el gran barco solar
El museo cuenta además con 12 laboratorios científicos con la más sofisticada tecnología mundial (financiados en gran parte por Japón) -en funcionamiento desde hace años-, en donde se han ido restaurando artefactos egipcios. En una filmación de la televisión francesa se observa cómo una científica pasa delicadamente un pincel sobre un sarcófago, encontrado en 2021. Se han restaurado 200 ataúdes. Además, el carro real que trasladaba a Tutankamón, diversos artefactos y esfinges colosales.
"El museo actúa al mismo tiempo como un centro de educación", explica la experta Jihane Nabil. Adelanta que la gran muestra sobre el niño faraón, al que se le llama coloquialmente "Tut", será muy distinta a lo que se espera o muchos quizá imaginan o sueñan ya preparando las maletas (varios parten desde Chile en noviembre).
"La exposición busca sensibilizar en lo que fue la persona del pequeño faraón, que gobernó hace más de tres mil años. Quieren internarse en su vida diaria y no quedarse solo en la espectacularidad de sus máscaras de oro", en lo que fue señalado en su momento como el tesoro arqueológico mayor del mundo. Trazarán aspectos de su vida a través de sus juguetes, sus zapatitos, vestimentas, tal vez esos muebles pequeños que lo acompañaban y no solo con su carruaje o su gran silla de rey.
El montaje será más íntimo, pero con los últimos adelantos museográficos. Por primera vez, se expondrán las cinco mil piezas juntas de Tutankamón.
Una "sorpresa" muy distinta y que impacta (que estará en un edificio contiguo al museo en el mismo complejo) es el gran barco que están terminando de restaurar y que perteneció al faraón que mandó a construir las Pirámides de Guiza. Fue encontrado allí bajo tierra. La embarcación -con esa estética que los egipcios desarrollaron y marcan el arte- fue construida entera de una pieza en madera y sin usar ni un solo clavo. El rey la mandó a hacer para que lo condujera al otro mundo. El barco de 40 metros de largo es del 2.500 a.C., y nunca llegó al Nilo ni al mar, al ser una barcaza funeraria que implica su navegación por el cielo junto a un sol eterno. Evoca las creencias más profundas de esa fascinante civilización de la que aún queda mucho por investigar y conocer. Esa misma barca es un mito para la ingeniería actual. ¿Cómo se pudo hacer?, comenta el director del museo. Se cree que podrían haber hasta siete barcos más de dimensiones reales enterrados bajo Guiza.
El desafiante proyecto interna en la historia de Egipto en sus 480 mil metros cuadrados de interior.